Vegas puede con todo

 La música es evolución y evolucionar es lo que buscan los principales músicos. Así de sencillo en la definición y tan complicado en la práctica, que no todos los creadores consiguen plasmar en un buen rumbo. Hace años que en España triunfan numerosos grupos que abarcaban todos los palos y estilos de lo popular. Más o menos cañeros, los grupos definían a sus seguidores por su vestimenta, estilo y forma de vivir, era la época de las masas. Al mismo tiempo, un grupo distinto pero directo, consiguió mejor crítica internacional que propia. Era Manta Ray y uno de sus fundadores fue Nacho Vegas, quien logró obtener el respeto de la crítica y de la profesión.
 
Tras varios discos, Vegas comenzó una carrera en solitario para plasmar mejor su personal e irónica visión de la vida. Una mezcla de Cohen, Dylan y Waits que canta lo que muy bien escribe y con una voz más peculiar que genial. Gracias a colaboraciones con artistas de la talla de Bunbury y Cristina Rosenvinge, Vegas dejó participar en su música acordes y armonías mucho más comerciales y fáciles de escuchar, lo que le ha proporcionado un público más extenso y neutral que lo coloca en el hueco de artistas que ya no están, como Antonio Vega o Enrique Urquijo, y de muchos que han parado un poco su actividad, como Calamaro o Sabina. En su imagen de gato huidizo, de mirada tímida y baja, se esconde una prosa especial, una forma de contar cercana, correcta, pero llena de adjetivo y buen hacer.

Sentido del humor
El aspecto fundamental de la música de Vegas es su enorme sentido del humor. El lenguaje empleado bajo un manto de ironía, sutil y directa, haciendo un guiño de ojo al sufrimiento de la cotidianeidad y sabiéndose más gracioso de lo que demuestra y menos intenso de lo que quiere aparentar. Tras el éxito cosechado en Madrid parece haber conquistado el lugar que han dejado otros. Su público es más extenso y su música más sabia. Ha sabido dar con la fórmula adecuada para ser aceptado y mantener aún contentos a sus seguidores más extremistas,que, por cierto, es a los únicos a los que no hay que hacer caso cuando un artista quiere crecer.

- Dónde: Sala Miguel Ángel Clarés (Murcia).
- Cuándo: hoy, a las 21:30 horas.
- Cuánto: Desde 18 euros.