Debate Estado Nación
La larga sombra de Alfredo
El nuevo candidato del PSOE mantiene su control e influencia en el Gobierno. La tarde de fanfarrias y abrazos de despedida de sus compañeros de partido, ante el nuevo desafío político, intentaba ser real. Sin embargo, tras ese reinventarse a sí mismo, en el que Alfredo P. realizó un encendido discurso izquierdista con los clásicos guiños a apretarle las clavijas a los bancos, mediante nuevas tasas; o a desarrollar «políticas redistributivas», esto es, con nuevos impuestos; por no hablar de sus apuestas para atraer al movimiento 15M con una reforma de la ley electoral, como hoy apunta LA RAZÓN, Alfredo «seguirá» en el Gobierno. No se va porque ni puede ni quiere irse. Son demasiados años manejando los hilos del poder, demasiados secretos y claves en la gobernación del país para ahora dejarlo todo y pasar a otro plano para orquestar una campaña electoral. Pese a su discurso rompedor con lo dicho y hecho por Rodríguez Zapatero, Rubalcaba no será un punto y aparte. Si acaso un punto y seguido; ya que el discurso del Gobierno, y eso sí es un hecho, lo escribe él. Con el permiso del presidente. Y aquí surge otro de los problemas en los que anda inmerso el PSOE. No puede haber dos dirigentes uno en el partido y otro en el Gobierno. Es una contradicción. De ahí que desde el entorno de Rubalcaba se apueste por adelantar las elecciones, aunque conociendo al personaje puede querer esto y lo contrario, posiblemente a noviembre. Y surge otro problema. En las quinielas del partido para los comicios, muchos altos cargos ya han comenzado a moverse. Quieren su puesto en las listas de Alfredo. Unos deseos que se complican con la gobernabilidad de España. No se puede tener la cabeza en la «res publica» y, a la vez, en la intriga política. Por otro lado, capítulos tan importantes como la lucha antiterrorista, que fue impulsada de manera clara y firme por el Gobierno del Partido Popular con la colaboración del PSOE, ha sido coto de Alfredo P. No se espera ningún avance económico importante que mejore las malas perspectivas electorales del PSOE. Por ahí no tiene nada que rascar. Por eso es vital para Ferraz que, de aquí a las elecciones, la banda terrorista ETA no cometa ningún atentado ni se reactive la extorsión a los empresarios antes de la celebración de los comicios. Con Bildu en las instituciones, ETA y su entramado tienen bombas y votos, dinero y recursos para subir la apuesta en sus envites al Estado. Rubalcaba ha perdido, en los últimos tiempos, varias manos contra el entramado etarra. Mala carta de presentación para un candidato. Porque bajo su gestión el desempleo se ha disparado en trece puntos y los datos de déficit y la caída del PIB arrojan demasiadas sombras sobre su capacidad de devolver a España a la senda del crecimiento. En primera línea de los fracasos socialistas, protagonista en el Gobierno de los errores cometidos para hacer frente a la crisis económica, del desempleo y los recortes sociales, su estrella política lleva camino de palidecer tan rápido como sus compañeros en el Gobierno sigan acumulando números rojos y fracasos. ¿La alternativa de qué es Alfredo?
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