Horarios locos

El fútbol español está más en manos de la televisión que de los bancos, que ya es decir. La Liga de Fútbol Profesional y todos y cada uno de los clubes, los que se forran con los derechos televisivos y los que reciben migajas, han aceptado el horario tan peculiar de esta temporada. Se juega de viernes a lunes y de doce de la mañana a diez de la noche. Sesión continua como en los viejos programas cinematográficos, aunque más cara.
No se promociona la asistencia a las gradas, sino al sillón. No se crean aficionados al espectáculo, sino a la sala de estar. Con el horario tan desparramado se quieren obtener mayores beneficios porque quienes se quedan en casa tienen la oportunidad de ver varios encuentros pagando. Se trata de hacer caja.
Es natural que las cadenas televisivas, que compran derechos de imagen, pretendan obtener beneficios. No es tan lógico que los clubes, por los dineros que reciben, hayan aceptado los desvaríos de los horarios. Otra cosa sería si las televisiones pagaran lo que realmente vale la Liga.
Para que el peligro de la pérdida de espectadores y abonados fuera menos sensible sería necesario mejor contrato conjunto y el reparto de los dineros fuera más justo. No es de recibo que Real Madrid y Barcelona cobren por sus equipos y por los de los demás, que son los que les proporcionan la posibilidad de que les televisen sus partidos. Los dos, sin el resto, no pueden disfrutar de tanta televisión.
Posdata. Hay que reflexionar sobre lo que sucede. El futuro está en juego.