Llamadme profesor

La euforia de algunos periodistas y dirigentes socialistas ante la candidatura de Rubalcaba me sorprende porque viven en una realidad paralela. Su lema es «Rubalcaba es mucho Rubalcaba». No sé si se lo creen o quizás necesitan creérselo. Las encuestas van justo en la dirección contraria, pero, sobre todo, reflejan que los españoles piden un cambio. Caras nuevas frente a un presidente que está en retirada y un candidato del PSOE que vivió los estertores de un felipismo decadente y que ahora asume el legado del fracaso del zapaterismo. Un importante dirigente socialista bromeaba ayer con la frase de «llamadme Alfredo» añadiendo que, mejor, le llamen «profesor Rubalcaba», porque tras las elecciones tendrá que regresar a la universidad de la que se fue hace casi tres décadas. A pesar de las ilusiones de ese club de fans, la realidad es que el «profesor Rubalcaba» camina con paso firme hacia un regreso a la docencia, aunque siempre le quedará la posibilidad de ser eurodiputado. Lo más divertido es que a lo mejor se lo tiene que pedir a Chacón.