Bruselas
ANÁLISIS: Quién marca los ritmos por Herbert London
l ¿Falta un liderazgo político claro en la crisis de la Eurozona?
–Así es. No hay una estrategia correcta. Grecia rechaza los planes de ajuste que ha acordado con Bruselas. Francia elige un presidente socialista porque, en parte, los franceses no están comprometidos con la austeridad. A la postre, aunque Alemania quiera imponer el control en la UE, no existe un liderazgo claro que se pueda imponer en las 27 naciones. La tragedia es que las sociedades europeas no están dispuestas a hacer sacrificios para establizar sus economías.
l¿Merkel está en la línea correcta reivindicando la austeridad?
–No se trata de Merkel. Se trata de los alemanes. Por un lado, les gustaría ver a la Unión Europea permanecer intacta, pero, por otro, no les gusta pagar todas las cuentas. Por eso reivindican el rigor fiscal. Desde una perspectiva histórica, lo que ocurre con Alemania es una contradicción. La UE fue creada precisamente para contener el poder alemán. Hoy, sin embargo, Alemania se ha convertido en el líder de Europa y su papel es determinante para el futuro de la Unión. El problema está en que en la sociedad alemana existe un rechazo frontal a los planes de rescate de las economías periféricas y, a diferencia de Estados Unidos, Europa no es una nación indivisible.
l¿Cuál es el margen de maniobra de España para frenar la ofensiva de los mercados?
–Creo que España debe seguir reforzando su compromiso con la austeridad y al mismo tiempo tratar de revitalizar la economía. Hay que incentivar aún más la contratación laboral reduciendo la presión fiscal de las empresas. Las compañías deben contar con más liquidez para poder reinvertir. La regulación suele encarecer la contratación y crea interferencias. Entonces, las empresas se instalan en otros países donde tengan más facilidades.
l¿Pueden combinarse los planes de crecimiento con los ajustes fiscales?
–Para tener crecimiento se necesita disciplina económica. Hay que crear incentivos para que se desarrolle el sector privado. Pero con el sistema de beneficios sociales que existe en Europa, el modelo no es sostenible. La cuestión es que la gente está acostumbrada a recibir esas prestaciones y debería entender que hay que prescindir de algunos servicios para poder crecer. Los europeos parece que se nieguen a enfrentarse a la realidad. En España hay un mes de vacaciones para el sector privado, pero no es una condición sostenible en estos momentos.
l¿Está EE UU en condiciones de enseñar a Europa qué camino seguir?
–En ningún caso. En los últimos cuatro años la economía americana ha acumulado una deuda tremenda como los europeos. La seguridad social ha crecido –50 millones de personas con Medicare, etc.–. Si miras la forma en qué ha crecido el sector público, los beneficios sociales, etc., uno se da cuenta de que ya no podemos pagarlo. En ese aspecto tenemos los mismos problemas que la Unión Europea.
l¿Teme Estados Unidos el contagio de la crisis europea?
–La desconfianza se puede ver en los mercados, pero es cierto que no podemos aislar a los bancos de las dificultades que Europa tiene. Están conectados de una u otra forma y va a ser inevitable que salgamos contagiados y que se vean repercusiones. Estados Unidos también va a pagar el precio de la crisis en la Unión Europea.
Herbert London
Presidente emérito del think tank Hudson Institute, Washington (EE UU)
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