De Flandes a la carrera de Indias

Hay muchas historias, pero sólo una Historia. Y aun ésta puede ser contada de muchas formas. En buena parte por esta razón, porque la mirada de los historiadores hasta el momento no había abordado siempre con los deseables objetividad y acierto los hechos de nuestro país, la Comisión Española de Historia Militar (Cehismi), por iniciativa del académico de la Historia Juan Pérez de Tudela, decidió emprender en 2006 un proyecto que ya existía en formatos similares en otros países europeos: la colección «Historia militar de España», siete volúmenes en total de los que ya habían llegado al mercado los dos primeros, «Prehistoria y Antigüedad» y «Edad Media».

Una visión «imparcial»
«En aquel momento existía un importante número de publicaciones sobre temas históricos, pero no todos con una visión imparcial, algunos incluso eran interesados y poco científicos. Además, creíamos que era el momento para ofrecer una visión más amplia y general, no parcial, de nuestra historia», explicaba ayer el presidente de la Cehismi, el teniente general Alfonso de la Rosa Morena. De la Rosa y el vicepresidente de la comisión y coordinador de la colección, Hugo O'Donell y Duque de Estrada presentaron en el Centro de Estudios Superiores de la Defensa el tercer tomo de esta colección: «Edad Moderna. I. Ultramar y la Marina», que será a su vez el primero de tres consecutivos dedicados a los siglos en que España fue potencia europea, desde la conquista de América hasta su declive político.

Por sus páginas aprenderemos sobre las Armadas descubridoras, la regulación de las empresas conquistadoras en el Nuevo Mundo, cómo se organizó la defensa militar de los reinos de Indias, con detalle al armamento y la navegación en los buques, qué papel jugaron las Armadas de la Guarda de la Carrera de Indias, de Barlovento, del Mar del Sur y de las Filipinas, cómo se protegían desde el interior los reinos de allende los mares, cuáles fueron los teatros de operaciones navales entre Inglaterra y España...

La defensa del Mediterráneo centra otro capítulo, esta vez con la confrontación entre la España católica y el Imperio Otomano, y el libro repasa la atención a la tecnología y conocimientos navales de Fernando el Católico a Carlos II. Lepanto, el desastre de la Invencible –que nunca se llamó así, sino la «Felicísima», matiza O'Donnell– o las victorias de los tercios en Flandes tienen su lugar en estas páginas, aunque no se trata, aclaran sus responsables, de una «historie batailles», sino de una mirada global.

Como tal, quizá una primera conclusión, arroja O'Donnell, reside en la frase en latín que acompaña a la moneda acuñada por Felipe II tras la derrota de la «Invencible» en la moneda que sirve de portada a este volumen. «Sic Erat In Fatis». «Todo está en el destino». «Ni la falta de potencia ni la falta de medios justifican que España perdiera batallas que podría haber ganado, en todos los casos el destino jugó un papel importante», resume sobre la mala suerte, el azar, sumado a otros factores más humanos, que condicionaron las derrotas más sonadas de nuestra flota. Este tercer tomo, que arranca al poco de acabada la reconquista de la Península Ibérica y con la toma de Canarias.

La guerra, en óleos y tinta
Cierran el tercer tomo de esta «Historia militar de España» dos capítulos, unidos bajo el epígrafe «Gesta en el recuerdo», dedicados, respectivamente, a la huella de lo bélico en el arte de la época y al eco que la literatura se hizo de ello. El primero arranca con la reconquista del Reino de Granada, ilustrada al fresco en una copia tardía que puede verse en el Monasterio de El Escorial en 1587 por Fabrizio Castello, Lazzaro Tavarone y Orazio Cambiaso. En cuanto a las letras, las gestas militares recorren la obra de Calderón de la Barca (arriba), Lope de Vega (centro) o Alonso de Ercilla –todos ellos soldados en algún momento–. Y Cervantes (abajo), claro, herido en Lepanto.