El Rey un «ejecutivo» muy eficaz

En España, el Rey Don Juan Carlos ha ayudado a que las empresas españoles consigan cerrar multitud de contratos en el extranjero. El Rey es un símbolo de continuidad y de seguridad que hace que los inversores se fíen cuando las empresas españolas quieren cerrar un trato.

Su buena relación con otros jefes de Estado ayuda a que se lleven a cabo negocios que de otra manera sería imposible conseguir. «El Rey puede permitir el aval a empresas españolas y eso es muy es importante para la economía.

Si el nombre España no se ha cotizado más bajo en estos tiempos de crisis ha sido por el plus que suponía el respaldo de la figura del Rey. Un plus que es obvio en Suramérica y Arabia», asegura Javier Morillas, profesor del CEU y miembro de la junta directiva de la Asociación de Bancos Extranjeros con representación en España.

«El nivel de aceptación y de relaciones que tiene el Rey en esa parte del mundo, como Qatar, Emiratos Árabes y Arabia Saudí (que es donde hay dinero) hace que los negocios para las empresas españolas sean más fáciles de realizar», continúa Morillas.

El último ejemplo es la línea ferroviaria de Alta Velocidad (AVE) La Meca-Medina, presupuestado en 6.736 millones de euros y que se adjudicó el pasado 26 de octubre a un consorcio de empresas españolas. Es la primera vez que se construye un AVE fuera de España. Es un de los mayores negocios logrados fuera de España y, sin duda, la intermediación del Rey fue fundamental para superar otras ofertas.

De todos modos, es complicado cuantificar cuánto aporta la Casa Real, pues habría que contar, además, con el impacto publicitario positivo que supone su presencia. Es más fácil hacerlo al revés. «Imaginar qué hubiese sido de la economía española con una jefatura de Estado sometida a los vaivenes políticos, sin continuidad», asegura el profesor Morillas.