La Rioja
Papá si fumas no conduzcas
La norma vasca se adelanta a la estatal y es aún más restrictiva, al vetar el humo en algunas terrazas al aire libre.
Las comunidades le llevan la delantera al Gobierno en Sanidad. Sucedió con Navarra y con La Rioja, que financiaron por su cuenta las terapias para dejar de fumar, y vuelve a ocurrir ahora con el País Vasco, que se ha adelantado al resto del país con una norma especialmente restrictiva contra esta adicción. El feudo de Patxi López aprobó ayer el proyecto de ley sobre prevención, asistencia e inserción en drogodependencias, que convierte al tabaco en protagonista. Al igual que la norma estatal, la ley vetará el consumo de cigarrillos en todos los espacios públicos cerrados. Sin embargo, va más allá al prohibir también el humo en los vehículos particulares cuando viajen menores en su interior. También introduce el veto en zonas ubicadas fuera de un lugar cerrado que estén cubiertas por techumbre o paredes en más del 50 por ciento de su superficie y no permitan una gran corriente de aire, informa Servimedia. Tampoco se podrá fumar en parques infantiles.
Paralelamente, la reforma de la ley antitabaco del Gobierno sigue trayendo en jaque a los diputados. Tras prorrogar ayer el plazo para la presentación de enmiendas hasta el viernes 17, los grupos políticos apuran la redacción de sus propuestas con el objetivo de mejorar el texto que impulsó el Gobierno vía proposición de ley.
Margen frente a la prohibición
Aunque aún no ha cerrado su redacción definitiva, el PP tiene previsto proponer cambios de calado. El más novedoso es el que afecta al ámbito de la hostelería. Como se recordará, el Gobierno pretende vetar de forma absoluta el consumo de tabaco en bares y restaurantes, lo que implicaría la desaparición de las actuales zonas reservadas y el veto en los locales de menos de cien metros.
El portavoz de Sanidad de los populares en el Congreso, Mario Mingo, explicó a este periódico que su partido tratará de introducir retoques, con el fin de que se permita a los hosteleros habilitar una sala especial a la que podrían acudir los fumadores antes, durante o después de las comidas, e impedirles así el lance de tener que salir a la calle. Con este cambio, estaría prohibido fumar durante los almuerzos o las cenas en el espacio en el que se sirven los alimentos. Pero los comensales podrían acudir a un espacio hermético dotado de un sistema extractor de humos para fumar, por ejemplo, durante las sobremesas. Se trata, según Mingo, «de una forma de luchar contra el tabaquismo, dejando al mismo tiempo que la gente viva».
Según sus datos, países como Francia, Bélgica o Alemania tienen modelos parecidos, en los que se permite a los fumadores practicar su hábito.
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