San Francisco

A eso lo llaman bailar por Enrique Miguel Rodríguez

La Razón
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Lo que une el baile en la tierra, que no lo desuna ni Dios en el cielo, ni los hombres ni las mujeres en la tierra. Ése es el lema que deben llevar Jennifer López y Madonna. Jennifer hace un par de años que ha vuelto intensamente a su carrera musical, justo es reconocer que lo ha hecho con mucho éxito. Seguramente, en su momento pensó que su carrera cinematográfica estaba estancada y recurrió a un territorio artístico que tenía un poco abandonado. La explosiva latina contrató a un joven y bello coreógrafo de 27 años y lo puso de primer bailarín en su espectáculo. Los ensayos, con tantos tocamientos, roces y sudores, despertaron la pasión, ella que repito, es muy explosiva, tanto que sus íntimos la llaman «la Krakatoa», enseguida dio un paso adelante y noviazgo total con el coreógrafo que le enseña movimiento, tanto amor, tanta pasión, que van camino del altar. Madonna hizo lo propio, también contrató a un espectacular joven para que fuese el primer bailarín de su compañía, de ahí al tórrido romance, no hay más que una representación del espectáculo. También las dos artistas han coincidido en convertir sus shows, en una especie de atrevido erotismo tirando a porno, ya que los arrumacos que se dan sobre el escenario con sus respectivos bailarines que al tiempo son novios, ponen la temperatura de los locales en los que actúan, como la de Sevilla a las tres de la tarde al borde de la Giralda en estos días. Supongo que las dos damas del show business, muy experimentadas en eso de los amores y las pasiones que le han motivado sus respectivos «chulazos», son buenas razones, posiblemente como la de ese muchacho llamado Jonah Falcon que al ser registrado en el aeropuerto de San Francisco, pensando la policía que llevaba un arma entre sus piernas, el agente que lo cacheó, se encontró con un trabuco de carne valiente y esto aunque parezca mentira, el tamaño importa a algunas y algunos que los pone a morir.