ANÁLISIS: Un caso excepcional por Fran Jiménez

- ¿Qué conclusiones pueden sacarse del encuentro entre Ruth Ortiz y José Bretón?
–Si el juez que instruye la investigación lo ha aprobado, entendemos que el encuentro ayuda. Ahora bien, si José Bretón no le ha dicho nada a su mujer, la situación está complicada. No sabemos si no se lo ha dicho porque de verdad no lo sabe o porque prefiere callarse.

- El protocolo de búsqueda internacional no se activó hasta dos meses después de la desaparición. ¿Ha supuesto este retraso un obstáculo en la investigación?
–Este es uno de los motivos por los cuales el caso de Ruth y José es diferente a otras desapariciones anteriores. La investigación comenzó con rapidez, pero la orden internacional de búsqueda no se activó hasta dos meses después. Así, las fotos de esos niños se habrían difundido a países vecinos como Portugal y Francia, Interpol habría publicado esas imágenes... Así funcionó con casos como el de Yéremi Vargas, Sara Morales o Mari Luz Cortés. Las primeras 24 horas nuestra asociación difundió las fotos de los niños a través de las redes sociales.

- ¿Qué cabe esperar de un caso en el que, por el momento, se sabe poco o nada?
–Podemos deducir por la información que recibimos –pero con mucho cuidado–, que un conocido de Bretón podría tenerlos secuestrados. Si a los niños no se les ha encontrado muertos, hay que buscarlos como si aún estuvieran vivos.

- José Bretón se puso en contactos con SOS Desaparecidos el día de la desaparición. ¿Qué impresión dio en ese momento?
–Al principio, parecía que daba a entender que se trataba de un secuestro parental por parte de su mujer, pero luego se limitó a decir que los perdió en el parque.

Fran Jiménez
Coordinador de SOS Desaparecidos