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Padres que crían

La Razón
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Creo firmemente que los hombres están plenamente capacitados para criar a sus hijos y que lo único que no pueden hacer es parirlos o amantarlos. Lo demás, que es mucho más: quererlos, acunarlos, abrigarlos, alimentarlos, curarlos, levantarlos y otras tantas cosas, sólo depende de que deseen hacerlo. He conocido bebés que buscaban a su papi cuando se sentían mal, y lo hacían porque era su padre el que más cuidados le daba. También el padre de mi hija la atiende como un verdadero padre. Nunca me ha dicho: «Eso es cosa de madre, te toca a ti». Algunos dicen que no oyen a los bebés cuando lloran, pero está demostrado que si están solos, sin compañera, sí que se despiertan, que criar es un estado de alerta que se activa cuando una criatura depende de tí para sobrevivir. Bastantes varones están ya disfrutando de sus hijos de manera esencial, porque cuidar a un cachorrito humano, aunque agotador, es una de las experiencias más dulces de la vida. Hay algunas mujeres, sin embargo, que se lo están perdiendo por no encontrar varón dispuesto a compartir crianza con ellas. No somos superheroínas, no podemos trabajar fuera, dentro de la casa, y además tener un par de hermosos churumbeles bien educados. Sí se puede entre dos que se reparten el peso y la maravilla de hacer crecer contentas a esas personitas. Una pareja así también se querrá más. Y los hijos tendrán un modelo precioso de lo que es una relación de pareja. Qué penita que muchos hombres todavía prefieran el bar, el fútbol o los amigotes a la maravillosa sensación de ser un padre espléndido.