La atalaya de la esperanza

LAHORE- A 20 kilómetros del bullicioso centro de Lahore, un gran arco coronado por una cruz de hierro flanquea la entrada al barrio de Youhanabad, en el que viven 30.000 cristianos. En Youhanabad se encuentra el centro técnico de Don Bosco, donde el padre Miguel Ángel dedica su vida a estos jóvenes cristianos que no tienen trabajo ni estudios básicos de ningún tipo. Este cura salesiano ha logrado que 300 jóvenes que persiguen un mismo sueño se hayan formado profesionalmente para optar a una vida mejor.

«El cristiano es considerado un ser humano inferior en Pakistán, por lo que es muy difícil para los jóvenes encontrar puestos de trabajo. Cuando llevan nombres cristianos como Patrax, Samón, Pedro o Simón, en seguida les rechazan. Debemos demostrar que nuestros chicos están preparados y hay que darles una oportunidad», afirma el padre Miguel Ángel.

«Este centro, tal y como está hoy, era un sueño. Mucha gente pensaba que era una idea utópica, no creían que era posible hacer esto en este país, pero nosotros lo hemos hecho posible», insiste el misionero salesiano.

Don Bosco se torna en una pequeña atalaya de esperanza y en un paso más hacia la integración de las minorías cristianas en Pakistán.