Un «grito» de ochenta millones de dólares

Edvard Munch decidió pintar «El grito» después de sentir el aullido de la naturaleza cuando paseaba con dos amigos y les asaltó una puesta de sol. Entonces, le invadió la melancolía. Se quedó parado. Y le sobrevino un gran sentimiento de ansiedad. Esta explicación está escrita de su puño y letra en el marco de una de las cuatro versiones de esta obra que todavía permanece en manos privadas.

Pero ahora su dueño, Petter Olsen, hijo de un amigo y benefactor de Munch, que vivía cerca del artista, ha decidido ponerlo a la venta. De la misma se encargará la casa de subastas Sotheby's, cuyo lote la incluirá en la gran velada de arte impresionista y moderno del 2 de mayo en Nueva York. Esta pieza reconocida de forma instantánea en el mundo de la historia del arte y la cultura popular podría exceder en la venta los 80 millones de dólares y, así, incluirse en la lista de los 10 cuadros más caros del mundo.

Una oportunidad
De esta versión de 1895, su todavía propietario, Petter Olsen, indica que «he vivido con ella toda mi vida, y su poder y energía sólo han crecido con el tiempo. Ahora, sin embargo, tengo la sensación de que es el momento de ofrecer al resto del planeta la oportunidad de poseerla y apreciarla», explicó el hijo de Thomas Olsen, amigo de Munch, de quien adquirió esta pieza junto con muchas otras del mismo artista. Munch creó cuatro versiones de «El grito». El primer ejemplo, que elaboró en 1893 en témpera y lápiz de colores sobre tablero, está en la Galería Nacional de Noruega. Otro del mismo año que se cree que es el boceto preliminar del trabajo es propiedad del Museo Munch de Oslo. Mientras, la cuarta versión, completada en 1910 y realizada en témpera y óleo, es parte también del Museo Munch anteriormente citado. Además, el artista creó una litografía de la imagen de 1895. De todas las versiones, el que subastará Sotheby's se distingue por su colorido. Es también la única cuyo marco original fue pintado a mano por el creador. A partir del 13 de abril se podrá ver en las salas de la galería de Londres, y desde el 27 de ese mes, en las sales de esta galería en el barrio del Upper East Side en Manhattan, Nueva York.

El detalle
La más preciada por los ladrones
 «El grito» ha sido objetivo de los dos grandes robos del mundo del arte. En 1994, al comienzo de los JJ OO de Invierno en Lillehammer (Noruega), dos ladrones que entraron en la Galería Nacional de Noruega se marcharon con la versión de 1893. Una enorme operación devolvió la pieza a la institución a finales de ese año en perfectas condiciones. Una década después, varios hombres enmascarados se llevaron la versión de 1910 y «Madonna» del Museo Munch en Oslo. Ambos fueron recuperados.