Messi deshoja la margarita

Hace falta alguna prueba más para comprobar si está apto para jugar ya, pero su simple presencia es un motivo extra de preocupación para el rival. «Lo queremos mejor sano que pronto. Sabemos las dificultades de un esguince. La clave está en decidir cuáles son sus condiciones y, si está para jugar, lo hará», aseguró Zubizarreta, el director deportivo, en el aeropuerto, para mantener un poco más la incertidumbre. Por un lado, la estrella argentina se ha esforzado con entrenamientos extra hasta llegar a unirse ayer al grupo, y por otro no tiene todavía el permiso médico. Lo que está prácticamente descartado es verlo como titular.

Poco después del mediodía, Messi se montó en el avión que llevó al equipo azulgrana a la ciudad rusa. Un camino conocido, realizado la temporada pasada y del que sólo pudo obtener un empate sin goles. En el Camp Nou fue peor porque perdieron. «Lo del año pasado nos enseña algunas cosas. El Rubin es algo más que un nombre exótico. Ha demostrado que tiene capacidad para crearnos problemas», opina Zubizarreta. Otro de los temores del Barça es el estado del césped. Si está mal, podría ser otro motivo para que Messi no juegue.

Abidal es la otra novedad en la lista de convocados. El francés ha estado ausente unos días con permiso del club para acudir al entierro de su abuelo. Adriano, en cambio, se quedó en Barcelona. El brasileño sufrió una microrrotura en el abductor derecho que le obligó a ser sustituido en el descanso ante el Athletic.