Muchos puntos por Julián García Candau

Los ocho puntos de ventaja que conservó el Madrid tras su empate con el Málaga eran suficientes para seguir pensando que la Liga está resuelta. Que el Madrid haya perdido brillantez, aunque ganando a Rayo, Betis y CSKA, se ha considerado razón suficiente para justificar el empate del equipo malacitano. Los partidos anteriores se han tomado como antecedentes de una situación que ofrece dudas. No se puede tener tanta falta de confianza en un equipo que es capaz de vencer con tan sólo cuatro jugadas de ataque.

Se echan cuentas y se piensa en que puede haber dificultades en las salidas a Pamplona, Athletic, Atlético y Camp Nou. Hoy, en el primer viaje, toca Villarreal, donde hasta la pasada temporada se podía pensar en grandes dificultades. El equipo amarillo ha perdido la mayoría de sus virtudes y cuenta con bajas tan sensibles como las de Rossi, la losa que no se ha podido quitar de encima, Borja Valero y Cani. El cambio de entrenador no debe servir siquiera para recurrir al chascarrillo de que a técnico nuevo victoria asegurada. Lotina, hombre experimentado, no ha tenido tiempo para hacerse una idea real de la plantilla. Hará lo que pueda, que será insuficiente para afrontar compromiso tan complicado. El Villarreal ha padecido toda clase de desventuras y no sólo por el traspaso de Cazorla. Sin tantas lesiones, y con Rossi, el panorama habría sido distinto. El italiano incluso hubiera potenciado a Nilmar, quien parece alma en pena.

Posdata. El fútbol aún tiene sentimientos. La prueba, la solidaridad con Abidal y Muamba.