Ciudad Real

Querella contra Moltó y el consejo de CCM

Manos Limpias acusa al consejo de administración de desleal, estafa y apropiación indebida. Basan la denuncia en el vaciado de la entidad

Querella contra Moltó y el consejo de CCM
Querella contra Moltó y el consejo de CCMlarazon

MADRID- El Sindicato Manos Limpias ha interpuesto ante la Audiencia Nacional una querella contra el ex presidente de Caja Castilla-La Mancha (CCM) Juan Pedro Hernández Moltó, el ex director general; Ildefonso Ortega, el ex jefe de informes del área de Riesgos; Antonio de Miguel Villada, el ex subdirector general de la división financiera de la entidad, Francisco Javier Sainz Alonso y todos los componentes del consejo de administración por delitos societarios, administración desleal, apropiación indebida, estafa y falsedad en documento mercantil. La denuncia, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, se basa en el supuesto vaciado de la entidad, que motivó su intervención por parte del Banco de España en marzo de 2009.

En opinión de la parte querellante, la concesión de créditos por compromisos políticos y de amiguismo sin las garantías debidas fue la causa de la quiebra. El informe que en su día emitió el Banco de España refleja las irregularidades y también supuestos comportamientos delictivos que se imputan a los gestores.

Juan Pedro Hernández Moltó presidió Caja Castilla-La Mancha desde octubre de 1999 hasta el momento de la intervención del Banco de España, el 29 de marzo de 2009. Con anterioridad había sido consejero de Economía del Gobierno castellanomanchego entre los años 1982 y 1988.

Denuncias previas
La actuación de Manos Limpias contra CCM se remonta al año 2009, concretamente al 24 de febrero, un mes antes de que el Banco de España interviniera la entidad financiera. Entonces, el sindicato presentó denuncias ante el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Ministerio de Economía y Hacienda exigiendo una intervención estatal y responsabilidades penales contra Hernández Moltó, al considerar que los problemas de liquidez de la caja de ahorros eran de dominio público. Ese mismo año, Manos Limpias presentó una denuncia ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que fue remitida a la Fiscalía Anticorrupción.
El querellante aporta en su escrito ante la Audiencia Nacional un total de 53 hechos, datos o circunstancias «significativamente irregulares y presuntamente delictivas». El «leit motiv» de la querella es la absoluta opacidad en la gestión de la entidad. Para Manos Limpias, «el querellado actuaba con casi total impunidad y al margen de los miembros del consejero de administración».
La gestión de Hernández Moltó al frente de Caja Castilla-La Mancha originó un agujero superior a los 3.000 millones de euros, lo que supuso poner en peligro los depósitos de más de un millón de impositores y los puestos de trabajo de 8.000 personas. El mismo día de la intervención, el Banco de España tuvo que avalar una línea de créditos de 9.000 millones de euros para garantizar la continuidad de la actividad de la caja de ahorros.

Coches, tarjetas oro, viajes...
Para Manos Limpias, el mayor escándalo en la gestión de CCM está protagonizado por el aeropuerto de Ciudad Real, que contrajo una deuda por importe de 319 millones de euros. La caja llegó a tener el 30% del capital.

Una veintena de sociedades concentraron una deuda con la entidad de 3.136 millones de euros. CCM se caracterizó por la concesión de créditos a empresas que se encontraban a las puertas de la suspensión de pagos –como posteriormente se comprobó– y por coleccionar advertencias del Banco de España sobre las imprudencias de su gestión, que no tuvieron demasiado éxito.
Manos Limpias denuncia que, pese a su crítica situación, los directivos de CCM gozaban de coche oficial, chófer y Visa Oro. El presidente gastó supuestamente con cargo a la caja 10.000 euros en un viaje a Perú de ocho días. Antes de la intervención cobró 340.000 euros, el 25% más que en 2007. Sus consejeros, siempre según el texto de la querella, casi duplicaron su retribución desde el año 2004, en línea con el incremento del riesgo en el sector inmobiliario.
Otras de las acusaciones se refieren a la condonación de deudas a partidos políticos y la desviación de activos tóxicos a una sociedad para disfrazar la morosidad.