Elecciones generales

En caída libre con Rubalcaba

La Razón
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A casi tres meses de las elecciones generales, la tendencia de intención de voto persiste y la distancia entre el PP y el PSOE es cada vez mayor. Definitivamente, la encuesta de NC Report que LA RAZÓN publica hoy confirma que el «efecto Rubalcaba» se ha diluido aceleradamente y que no ha logrado invertir la secuencia negativa de su partido. Los resultados son concluyentes y la comparación con la serie histórica alimenta el pesimismo generalizado que los dirigentes del PSOE manifiestan de puertas para adentro. Si se celebraran hoy los comicios generales, Pérez Rubalcaba obtendría un resultado aún peor que el de Joaquín Almunia y se quedaría con una representación similar a la de 1977 y 1979. Según el sondeo, el partido en el Gobierno alcanzaría de 117 a 119 escaños, por debajo de los 125 que logró el hoy comisario europeo. Para darse cuenta de la magnitud del descalabro basta con detallar que los socialistas pierden 3,9 millones de votos desde las últimas generales.

Enfrente, Mariano Rajoy se mantiene muy por encima del límite de la mayoría absoluta del Congreso, fijada en 176 diputados, y lograría de 182 a 185 diputados. La alternativa política de Rajoy concita la confianza de una muy importante mayoría de españoles, más de 11,1 millones. El crédito del líder del PP es inversamente proporcional al que provoca el proyecto socialista del candidato y exvicepresidente. La diferencia en número de votos a favor de los populares –3,7 millones– no admite otra interpretación. Como tampoco la valoración de los líderes por parte de los españoles, en la que Rajoy mejora a Pérez Rubalcaba.

La radiografía electoral no arroja un solo elemento que permita presagiar una variación sustancial en el escenario político. Hablamos de 30 meses consecutivos de ventaja popular y 15,7 puntos de distancia a tres meses de las elecciones. En ese panorama, resulta especialmente significativo el voto de los jóvenes. Pérez Rubalcaba ha volcado su proyecto electoral hacia una izquierda radical, con guiños constantes a los «indignados», y planes de contingencia sobre el empleo juvenil. Pero los nuevos votantes tampoco confían en un político que formó parte del Gobierno que dejará una España con casi la mitad de los jóvenes sin trabajo. La encuesta refleja que el 46,3% de los nuevos electores apoyará al PP, mientras que sólo el 22,8% respaldará al PSOE. Además, el voto mayoritario a Rajoy se repite en todos los tramos de edad.

Pérez Rubalcaba no ha convencido porque no podía hacerlo. Su responsabilidad en el Gobierno del fracaso económico y la injusticia social es imposible de pasar por alto para un electorado hastiado de los socialistas y de la crisis. Y por si fuera poco, la división interna en el PSOE sobre la reforma constitucional ha evidenciado la falta de entereza y de credibilidad de su proyecto.
Los españoles quieren el cambio que representa Rajoy. Confían en su seriedad, capacidad y experiencia para emprender las reformas estructurales e institucionales necesarias. España ha perdido demasiado tiempo, pero esperemos que en estos tres meses el Gobierno sea capaz de mantener un entendimiento con el PP como el que ha presidido la modificación de la Carta Magna.