Francia

La era Nadal

Nadal es el nuevo amo de la ATP. Lo que perfiló durante la temporada en tierra batida se ha confirmado a lo grande en Wimbledon. El segundo doblete Roland Garros-Wimbledon significa el octavo «Grand Slam» de su carrera. Pero no «sólo» eso. Es la evidencia de que Federer ya tiene heredero.

Nadal conquista su segundo Wimbledon en un partido
Nadal conquista su segundo Wimbledon en un partidolarazon

El suizo ha claudicado. Berdych tuvo el honor de comprobar en primera persona la sucesión. El checo llegaba al primer gran partido de su carrera y no guardará un buen recuerdo. Cayó en tres sets, en poco más de dos horas. Por culpa de la actuación más sólida de Nadal en todo el torneo. A medida que han ido avanzando las rondas, el de Manacor se ha ido sintiendo más cómodo sobre la hierba o sobre lo que iba quedando de ella. Las lágrimas que estuvo a punto de derramar Toni Nadal en su palco tras la victoria fueron la prueba definitiva. La era Rafa no ha hecho más que empezar. Suena rara la afirmación cuando ya ha acumulado ocho «grandes» y 18 Masters 1.000. Y es que el número uno, con una diferencia de casi 4.000 puntos con su perseguidor, Djokovic, simplemente da fe de que Rafa es el nuevo amo del circuito. La final no hizo más que ratificar los peores temores de Berdych y los mejores planes de Toni Nadal. Había que mantener la tensión en las cuatro o cinco bolas que en hierba terminan siendo decisivas, había que domar el saque de Berdych, había que moverle y había que evitar que el checo tomara la iniciativa con el servicio de Rafa. Se cumplieron todas las premisas. Funcionó el servicio. Nadal ha conseguido disimular su defecto más evidente, quizá el único.Sus armas con el servicio van más allá de los «aces». Ángulos, efectos y el jugar con un gran porcentaje de primeros hay veces que se convierte en un arma tan efectiva. Esa fortaleza quedó evidenciada en las cuatro bolas de «break» que tuvo el checo. No ganó ninguna. Especialmente importantes fueron las tres que tuvo en el primer juego del segundo set. Después de 35 minutos de monólogo en la primera manga, ese juego duró 10 minutos. Berdych se percató entonces de que el título era poco menos que imposible. Intentó agarrarse al partido, pero Nadal no tuvo fisuras, y eso que reconoció luego que «había sentido nervios antes del par- tido porque si no sientes nervios antes de una final de Wimbledon no eres humano». En el duodécimo juego del segundo set se apun- tó el parcial con un «break» en blanco. Era cuestión de comprobar hasta dónde era capaz de resistir Berdych. Fueron sólo diez juegos más. Rafa cerró el partido con brillantez. Se atrajó a Berdych a la red y allí le desbordó. Se desplomó sobre la central, cumplió con el protocolo saludando al checo y regaló una voltereta a un público que le adora. «No ocurre en todas las partes que si estás contra un jugador local –en referencia al partido con Murray–, el público te respete tanto», confesó como agradecimiento.Y ahora, ¿qué? «Hay que seguir trabajando porque es la única forma de tener opciones. Lo importante es fabricarte posibilidades para ganar», asegura Rafa. Esa modo de fabricar opciones para seguir ganando está íntimamente ligado con su condición física y el cuidado de sus rodillas. En realidad, la amenaza de las lesiones es la única sombra que se cierne sobre su reinado. Federer está más cerca del hartazgo que de repetir con frecuencia golpes geniales. Las alternativas, por unos motivos u otros, son un dechado de irregularidad... Por todo eso la elección del calendario se antoja como vital para que la era Nadal se prolongue. Hay que priorizar objetivos y elegir cuidadosamente en qué citas puede o no puede estar Rafa.La primera víctima ha sido el cruce de cuartos de final del próximo fin de semana en la Davis ante Francia. «Después de ganar en Montecarlo en abril, todo ha venido rodado. Ahora llega un parónn, iré a Mallorca y aprovecharé para tratarme de las rodillas y confío en que me sirva de mucho», aseguró Rafa en los pasillos del club. Más tarde calificó todo lo que ha vivido en los últimos seis meses: «Ha sido una etapa maravillosa, mucho mejor de lo que hubiera imaginado pero venía jugando muy bien desde el 1 de enero del 2010». El año en el que ha arrancado la era Nadal.Rendidos al número unoLOS REYES: En nombre de toda la Familia Real enviaron un mensaje de felicitación a Nadal expresándole el orgullo y la satisfacción por el título.MARIANO RAJOY: «Quiero felicitarle en mi nombre y en el del Partido Popular por la merecida victoria en Wimbledon. Todos los españoles hemos disfrutado mucho». JAIME LISSAVETZKY: «Estoy seguro de que a Nadal aún le quedan muchos días de gloria y probablemente será el mejor deportista de la historia de este país». DEL BOSQUE: «Es un ejemplo para todos los deportistas y debo felicitar también a todos los que le rodean porque forman un equipo estupendo».TOMAS BERDYCH: «Rafa es el verdadero campeón. Ha jugado muy bien, ha sido muy sólido. Se mueve muy bien, juega con mucho ritmo y apenas comete errores».