Blanca Marsillach: «He sido maltratada por mí misma»

–«Loca». ¿Está loca por...?
–Por el trabajo que hago con la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid y El Corte Inglés.

–Su compañía hace teatro terapéutico con mujeres maltratadas o que viven en la exclusión social...

–Convertirlas en actrices es darles la oportunidad de integrarse y de cumplir sus sueños.
–Ha convertido el escenario en tabla de salvación...
–Para mí también lo es. El teatro es magia y la magia lo cura todo.

–¿De qué le cura a usted?
–Me sirve de exorcismo, me expulsa los demonios.

–No sé si alguna vez fue maltratada o marginada...
–Fui maltratada por mí misma cuando era joven. Y ahora también: en cuanto me descuido saco el látigo y me azoto. A veces por gusto (risas).

–Da charlas en centros de acogida. ¿Qué les dice, básicamente?
–Que no tengan miedo.

–El miedo es hoy un problema social: miedo al mercado, a perder el trabajo, a lo que diga la Merkel...
–Miedo a enamorarte, a desenamorarte, a morir, a no saber vivir, a no gustar, a hacerte mayor...Y miedo a ser libres.

–Ante la muerte, los arrepentimientos más recurrentes son: 1) Ojalá hubiera vivido la vida que yo quería y no la que querían los demás.
–Vivimos en la mentira para satisfacer a los demás y a nosotros mismos. Yo vivo como quiero, no como los otros quieren. Me salgo del carril.

–2) Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
–Creo que no me arrepentiré de eso: me jubilaré antes.

–3)Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
–Yo los expreso con facilidad, no me los guardo.

–4)Ojalá me hubiera permitido a mí mismo ser más feliz.
–Me permito ser todo lo feliz que puedo. Y puedo bastante.

–«Ser feliz es tener buena salud y mala memoria» (Ingrid Bergman).