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Jordi Coca saca los colores a la «Cataluña mediocre»

«En caure la tarda»Jordi Cocaedicions 62128 páginas, 22,50 euros.

Jordi Coca saca los colores a la «Cataluña mediocre»
Jordi Coca saca los colores a la «Cataluña mediocre»larazon

BARCELONA- La soledad prolongada es capaz de causar auténticos estragos en las personas. El pensamiento corre sin descanso de un lugar a otro y empieza a jugar malas pasadas. La vida que uno es capaz de rememorar puede acabar por ser una farsa grotesca de absurdas proporciones y todo por ese afán quijotesco de darse valor y sentirse acompañado. Podemos convertir a una mujer que no queríamos en un ángel o hacer de un tipo que despreciábamos en nuestro mejor amigo. Al menos eso es lo que le pasa a Miquel Gironès, prototipo de hombre triste de este principio del siglo XXI, auténtico antihéroe de la nueva novela del escritor Jordi Coca, «En caure la tarda», (Edicions 62).

Robinson moderno
Un día de lluvia, Gironés, que con 64 años vive aislado del mundo moderno, se ve obligado a quedarse encerrado en su casa y empieza a rememorar los momentos que han marcado su vida. Viudo desde hace 30 años, el fantasma de su mujer se presenta falseado hasta el punto de convertirle a él en el protagonista de una farsa llena a un tiempo de patetismo y humanidad. «Vive como si fuera un Robinson Crusoe urbano. Él mismo se ha ido engañando sobre su mujer y ha construído una vida paralela que mezcla honestidad con galta de moral», señaló ayer Coca.

A través de este personaje, el escritor hace un retrato directo y sin concesiones de la Cataluña actual, al que Gironés personifica a la perfección. Para Coca, era necesario hacer un retrato «políticamente incorrecto» de la Cataluña contemporánea que no duda en describir como un pueblo «pobre de espíritu, mediocre, de vuelo gallináceo, que vivía en la mentira hasta que la crisis económica ha destapado la realidad».

Su intención era apuntar con el dedo todas esas grandes mentiras en las que se sustenta la sociedad contemporánea. «Hemos construido una realidad falsa y hemos vivido una especie de fantasía, ocultando todo lo que nos resultaba desagradable», sentenció Coca, quién aseguró que «Cataluña no está a la altura de sus novelistas».