Grecia
La crueldad del mercado
Se sabía: ¡Los mercados no tienen corazón! Pero lo de Grecia, ralla la crueldad y el sadismo. Los mercados de capitales y algunas de sus entidades más significativas, como Goldman Sacks, maliciosamente traducido como el «hombre de los sacos de oro», a cambio de suculentos beneficios, colaboraron con el anterior gobierno conservador en la generación y ocultación de la situación financiera del país. Justo cuando el nuevo gobierno socialista pone encima de la mesa la gravedad de la misma y plantea un ajuste duro pero asumible, para recomponerla, los mercados se encarnizan con el país helénico «negándole el pan y la sal». Ciertamente, la Unión Europea ha sido muy lenta en su respuesta, agravando con ello el caso griego y debilitando toda la zona euro. Las egoístas visiones nacionales, o los intereses electorales de Angela Merkel explican, pero no justifican, tanta miopía política, económica y social, porque lo que realmente está en juego es saber quién contralará, a partir de ahora, los mercados, y si estos responderán al interés de los ciudadanos o los de los mercaderes.Los mismos que no tuvieron reparo alguno en exigir millonarios rescates públicos para sus negocios privados, ahora reclaman más y más sacrificios a los ciudadanos, con drásticas recetas de cuya utilidad recelan prestigiosos economistas, pues podrían producir una recesión tan grave que impedirá retornar lo prestado.Por ello, Europa debe reaccionar y embridar la crueldad de los mercados.
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