Cataluña

La Cataluña real

La Razón
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No. No voy a alimentar la teoría de que Gregorio Peces-Barba «siente odio hacia Cataluña» por las tonterías que ha dicho esta semana en Cádiz sobre las grandes ventajas históricas que habría tenido «quedarnos» con los portugueses en el siglo XVII en vez de con los catalanes. Uno no tiene la tentación de la demagogia que tiene el peor PSOE.
Peces-Barba ha ido a Andalucía para caer bien, para ganar los votos que se va a llevar el Partido Popular de Javier Arenas. Y lo que ha hecho es ponerse a la altura de Duran i Lleida cuando, a su vez, intenta ganarse los votos que va a llevarse en Cataluña el PP de Alicia Sánchez-Camacho.
De lo que se trata no es de pelear contra esas dos comunidades sino de unirlas en la preocupación por los problemas reales, que es lo que hizo ayer Sánchez-Camacho. La presidenta del PPC lo que hizo fue señalar que «Cataluña es la segunda comunidad autónoma, después de Andalucía, en la que más crece el número de parados».
De lo que se trata es de reparar en que, en esas dos autonomías, el paro adquirió una velocidad de galope gracias a los gobiernos socialistas y a que, en el segundo caso, el relevo en la Generalitat de CiU no sirvió para que ese paro dejara de crecer.
Hay un hecho que a Artur Mas debe preocuparle más que el antinacionalismo: el espectacular e inédito ascenso del Partido Popular catalán en las municipales del pasado 22 de mayo no se produjo gracias al voto del viejo vidalquadrismo.