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La fiscalía suiza abre una investigación por la muerte de un niño español en una avalancha

La fiscalía del distrito de Alto Valais, en el sureño cantón suizo de Valais, abrió hoy una investigación para aclarar las circunstancias de la avalancha de nieve en la estación de esquí de Saas-Fee que el miércoles costó la vida a un niño español de 6 años.

La Fiscalía actuará de oficio para aclarar el suceso, ocurrido cuando el menor, que estaba de vacaciones con sus padres, esquiaba junto a una monitora. Los responsables de la estación de esquí informaron en un comunicado de que la avalancha cubrió una superficie de 300 metros de largo por 100 metros de ancho, bajo la cual quedaron sepultados la monitora, de manera parcial, y el menor, de manera total.

La monitora pudo ser localizada y liberada de la nieve minutos después, según los responsables de Saas-Fee, que aseguraron que en el caso del niño pasaron 45 minutos hasta que los equipos de rescate, ayudados por perros, pudieron encontrarle.

La versión discrepa de la del padre del menor, que en declaraciones a Efe denunció la lentitud para poner en marcha el sistema de alerta de avalanchas, lo que supuso que su hijo estuviera sepultado, según él, entre una hora y media y dos horas.

La dirección de Saas-Fee afirmó estar "profundamente conmovida"por la tragedia de esta familia española procedente de Valladolid, que pasaba en el sur de Suiza el puente de la Constitución, y lamentó que el niño no sobreviviera a la avalancha.

El padre del menor tenía previsto presentar hoy mismo una denuncia ante las autoridades suizas por lo que considera una actuación negligente antes y después de la avalancha.
"La conclusión que sacamos es que nos han matado al niño por la negligencia de algún imbécil", dijo José, el padre de Rodrigo, que pidió difundir únicamente su nombre de pila y el de su hijo.

José consideró que la negligencia fue doble, porque no se actuó de inmediato en una zona que había registrado la avalancha -sobre la que él y otros esquiadores pasaron después con normalidad- y porque la alerta de avalancha no se activó oficialmente hasta más de una hora después de que ocurriera, según sus cálculos.

La avalancha ocurrió a una altitud de 2.900 metros en medio de una fuerte ventisca, por lo que se cuestiona también la decisión de subir tan arriba por parte de la monitora, que, según José, vagó conmocionada por la estación durante varias horas tras el suceso.

"La policía estuvo buscándola durante un buen rato y tardaron horas en dar con ella", señala.
La agencia local de noticias ATS indicó que la avalancha pudo estar relacionada con las condiciones meteorológicas, ya que la nieve caída en los últimos días reposa sobre una capa anterior de escaso espesor, lo que produce una gran inestabilidad.

Rodrigo murió poco antes de la medianoche del miércoles, después de que los responsables del área de pediatría del Centro Hospitalario Universitario de Vaud, en la ciudad de Lausana, consiguieran que su corazón volviera a latir durante un breve espacio de tiempo.