India

La Iglesia se vuelca para liberar a Asia Bibi

Los obispos paquistaníes piden al Papa que interceda para indultarla 

La Razón
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 Asia Bibi no está sola. Ése es el mensaje que católicos de todo el planeta quieren mandarle a su familia. En Pakistán Bernard Shaw, el obispo auxiliar de Lahore, la diócesis de Asia, ha realizado «un llamamiento al Santo Padre para que pueda orar, interceder, dirigir unas palabras en favor de Asia. Pedimos que se le conceda el indulto». «Es para blasfemar que todavía en la era moderna sucedan estas cosas», ha señalado Bapu Joseph, portavoz de la Conferencia de los Obispos Católicos de La India. En nuestro país, las voces que claman por la libertad de la pakistaní se multiplican. «Estuve en marzo en Pakistán y pude comprobar que lamentablemente el caso de Asia es trágico pero no es el único ni mucho menos. Los cristianos son condenados a muerte y a cadena perpetua sin poder defenderse. Otras veces son víctimas de linchamientos en turbas de radicales», denuncia Javier Menéndez, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, asociación dependiente de la Santa Sede que en junio exigió a través de recogida de firmas la abolición de la ley contra la blasfemia. Anastasio Gil, director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, relata que «las Obras Misionales Pontificias (OMP), gracias a la información que reciben de los misioneros de diversas partes del mundo, han constatado un empeoramiento de la libertad religiosa en muchos países especialmente en los islámicos y en India en los últimos cinco años». El también subdirector de OMP asegura que los sacerdotes, religiosas y laicos «relatan sus dificultades para celebrar, tanto ellos como el clero local, oficios religiosos de manera abierta». Hasta tal punto llega la persecución que Gil asegura que «en muchas congregaciones e instituciones misioneras se evite al enviar el correo menciones a ‘padre', ‘hermana' u otras referencias que puedan desvelar que se trata de misioneros católicos, evitando así poner en riesgo sus vidas». Esta misma sensación se palpa en la ong católica World Vision, que trabajan allí desde 1992 y en marzo vieron como cinco de sus miembros fallecían en un atentado. «Condenamos todos los actos que vayan contra la libertad de credo y nos parece que la condena de blasfemia contra Asia es un acto reprochable porque viola sus derechos más fundamentales como ser humano y como creyente», apunta su directora en España, Marisa García-Tablado.