España

Rubalcaba llega con retraso

Ya han pasado 40 días desde que el ex ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fuera proclamado como candidato del partido socialista para las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. Desde entonces, las propuestas no han dejado de sucederse. Algunas más o menos reales, otras más o menos posibles, pero todas con la incertidumbre de por qué no tuvieron lugar cuando Rubalcaba era una de las cabezas visibles del Gobierno actual

El candidato a las elecciones generales durante un acto de su campaña
El candidato a las elecciones generales durante un acto de su campañalarazon

Dentro de su programa se pueden encontrar promesas destinadas a diferentes áreas, pero por encima de todas destacan las relacionadas con los dos temas de más actualidad: la economía y el empleo.

En este último, Alfredo, como quiere que le conozcan su votantes, anuncia medidas como mejorar la formación profesional para que conecte mejor con el empleo, crear un contrato de trabajo–aprendizaje para jóvenes desempleados y lograr mejorar la empleabilidad de los universitarios impulsando la movilidad, la formación en idiomas, las prácticas en empresas y el emprendimiento. Medidas que en la última reforma laboral aprobada hace menos de un año, cuando Rubalcaba era vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz, no aparecieron.

Mientras, el Partido Popular, encabezado por Mariano Rajoy, realiza propuestas más concretas, como fomentar el empleo autónomo para jóvenes menores de treinta años, la realización de una reforma de las empresas de trabajo temporal, y la más destacada, la de considerar como no consumida la percepción de la prestación por desempleo para los parados afectados por suspensiones totales o parciales de sus contratos.

Algunas de las propuestas del candidato socialista ya han levantado ampollas, como la de exigir un impuesto a los bancos para así financiar el empleo juvenil, ya que durante los 8 años en que fue parte del Gobierno, el paro de los jóvenes ascendió al actual 40%, el triple del de la media mundial, haciendo patente el fracaso de las medidas en materia de empleo del Gobierno socialista. El candidato de las «nuevas tecnologías», como le gusta denominarse, apuesta por la rehabilitación y la I+D para sacar adelante el sector de la construcción, una promesa muy lejana de las acciones, ya que durante el transcurso de la última legislatura las partidas para I+D+I se redujeron en un 3%.

En el ámbito económico sus propuestas tienen un carácter europeísta con la mirada puesta en una reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y con una ilusoria idea de creación de eurobonos a la que Alemania siempre se impondría. Algunas medidas de su campaña, escuchar , hablar y explicar, intentan mostrar de nuevo la cara «socialista» del partido con proposiciones como la recuperación del impuesto de patrimonio.

Otras vienen de la mano de las reivindicaciones del 15M, a los que ha prometido un punto de información permanente, como la hipotética reforma de la ley electoral o la renovación del Senado. Propuestas de marcado carácter populista como la lucha contra la corrupción reexaminando los controles previos de urbanismo o llamar a la austeridad de los políticos completan el programa de la candidatura del que hace poco más de un mes fuese «el ministro para todo» del Gobierno.


Blanco descarta el adelanto de las elecciones
No habrá, por el momento, un nuevo adelanto electoral. El Gobierno descarta que las elecciones se celebren antes de la fecha ya anunciada por el presidente, el próximo 20 de noviembre, y considera que la reclamación de un mayor adelanto responde únicamente a «intereses electorales». En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el portavoz del Gobierno, José Blanco, dijo que España es «un país serio» y todo el mundo sabe ya cuándo serán las elecciones. «Sólo aquellos que piensan en sus intereses electorales» y no en lo que realmente preocupa a los ciudadanos siguen reclamando un mayor adelanto de los comicios al mes de octubre, denunció Blanco. «Los ciudadanos quieren que se sigan tomando medidas contra la crisis económica y eso es lo que está haciendo el Gobierno», apostilló.