Educación

Vuelven los liberales

La Razón
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Como decía Serrat en su canción «Del pasado efímero», dedicada a Antonio Machado, en referencia a la España de la preguerra, nuestro país «Bosteza de políticas banales/dicterios al gobierno reaccionario/y augura que vendrán los liberales/ cual torna la cigüeña al campanario». Entendió el escritor republicano, un poco de derechas él, que lo más importante para el ser humano por encima de cualquier otra consideración era el sentido más amplio del concepto de libertades individuales como motor para el progreso social. Vuelve el liberalismo como forma filosófica de pensamiento económico y político, a la vez que ético. No se puede entender y así lo explicaba Adam Smith, Thomas Jefferson, John Stuart Mill, Konrad Adenauer y más recientemente Vaclav Havel, que la libertad es un derecho inviolable en toda su dimensión cuyo límite consiste en la libertad de los demás, como garantía frente al despotismo de aquellos gobiernos que se entrometen en la vida de los individuos. Individualismo, libertad, igualdad, derecho a la propiedad privada y compendio de códigos civiles como organización del Estado y la división de poderes son la clave del liberalismo más ético, un pensamiento que resguarde la libertad de las personas y sus derechos tanto políticos como religiosos. El Estado no puede entrar en la vida privada de la gente. El Estado no puede decirnos cómo regir nuestra existencia, qué pensar, qué hacer y cómo educar a nuestros hijos, justamente lo que ahora mismo nos encontramos. Como decía Machado y cantaba Serrat, vuelven los liberales, vuelve el pensamiento libre y el derecho al acceso económico en función del mérito individual de las personas. Acabo esta columna camino de la presentación del libro «Liberales», de José María Lasalle, y que presenta Pedro Alberto Cruz. Hoy mismo les contaré mis impresiones sobre este texto.