El Cairo
La UE prepara el embargo del crudo sirio y lanza nuevas sanciones
Los sirios salieron ayer a la calle con más fuerza que nunca después de haber recibido el respaldo de las potencias occidentales (Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania), que pidieron el jueves al presidente Bashar al Asad que deje el poder.
La respuesta de éste fue recrudecer la represión: las fuerzas de seguridad dispararon con fuego real una vez más contra los manifestantes pacíficos, matando a al menos 23 personas. La mayor parte de las víctimas se registraron en la provincia de Deraa, en el sur del país, una de las localidades donde se iniciaron las revueltas hace cinco meses y donde la ONU cree que podrían haberse cometido crímenes contra la humanidad. Una misión del organismo debería llegar hoy a Damasco para evaluar la situación humanitaria sobre el terreno, mientras que los activistas daban ayer la bienvenida a la posibilidad de que la Corte Penal Internacional abra una investigación contra el Gobierno sirio. Por su parte, la UE se dispone a adoptar nuevas sanciones contra Asad, su círculo íntimo y sus empresas. El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, instó a los Estados miembros a cesar toda relación comercial con el régimen de Bachar al Asad y advirtió de que se está preparando un posible embargo sobre el crudo de Siria, que vende un tercio de su producción a Italia, Alemania y Francia (que no se verían prácticamente afectados por la medida).
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