San Sebastián

Frío niños paciencia y un mensaje para el mundo

El Día de la Familia se ha consolidado desde 2007. 

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Un año más el centro de Madrid se llena de familias con niños que desafían al frío para celebrar con oración y jolgorio (y durante cuatro horas de pie) la alegre locura de ser familia cristiana. ¿Qué aportan actos como éste? Según el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, asiduo participante, «necesitamos testimonios que nos estimulen, porque se está ofreciendo a través de los medios de comunicación un modelo de familia desestructurada que no es verdad; queremos un modelo de familia real que nos estimule, testimonios de familias ejemplares. En segundo lugar, la oración hecha en comunión tiene un poder muy especial y cuanta más gente se reúna en comunión más fuerza hará para crear una familia estable».

La dimensión mediática del evento es grande, asegurada por las navidades, época de pocas noticias. Según José María Gil Tamayo, secretario de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal, la cobertura es positiva, «aunque hay algunos medios donde lo humano se deja de lado por una contaminación política. En los medios se suele dar más importancia a lo que digan los políticos que al verdadero sentido de la vida, la familia y el matrimonio».

El caso más claro se dio en la primera edición, a finales de 2007, que no tenía el formato de una misa, sino de un encuentro de oración con diversos predicadores. El cardenal de Valencia Agustín García Gasco habló de «disolución de la democracia». Aunque no se refería a las leyes de Zapatero sino a «la cultura del laicismo radical», el presidente del Gobierno acusó a la Iglesia de «romper la tregua navideña» y durante meses la izquierda usó el acto para agitar el voto anticlerical de cara a las cercanas elecciones. Las siguientes ediciones asumieron la forma de una eucaristía y las reacciones en contra disminuyeron. El año pasado se internacionalizó con la presencia de cardenales de la Curia y varios obispos europeos, algunos de los cuales repiten este año, acompañados de sus diocesanos de Francia, Italia, Polonia y Holanda. Estos últimos tienen un mérito añadido, ya que estos días se celebra en Rotterdam un gran encuentro de oración organizado por la comunidad monástica de Taizé, en el que participan más de 30.000 jóvenes. Pero lo cierto es que ningún país de Europa tiene un movimiento católico familiar con la capacidad de sacar masas a la calle como España, excepto Italia, que celebró su «Family Day» masivo en mayo de 2007 con 450 asociaciones y movimientos que convocaban juntos, incluyendo protestantes y algunas adhesiones de judíos y musulmanes.

Esta edición bate récords en obispos asistentes: más de cincuenta. Muchos ya celebraron el Día de la Familia en su propia catedral cuando tocaba litúrgicamente, el pasado domingo. Otros que desfilan fuera de calendario son los Reyes Magos y sus camellos: dieron la sorpresa el año pasado y encantaron a los niños.