Feria de Málaga
Divertidísimo por Álvaro ACEVEDO
Para las figuras Madrid es un mal necesario. Hay que estar, siquiera para soportar insultos, torazos y vientos, y rebañar luego un buen dinero para casa. Si además hay triunfo, mejor; pero los fracasos tampoco dañan como antes. Normal: hay mil cosas a las que echarle la culpa empezando por ese sector de público transformado hace años en una máquina de reñir. Si no fuera por ellos la Fiesta se hundiría, y lo malo es que los pobrecitos se lo han creído, entre otras cosas porque los de la televisión les dedican más minutos que a El Juli. Hemos nombrado a su anticristo. El Juli: una figura del toreo, y con él, los poquísimos de su clase y ganaderías asociadas. Núñez del Cuvillo, por más señas. O el medio-toro, según algunos «maestros» de la crítica. La tarde fue definitoria. No pudieron reventar ni al ganadero, ni a las figuras, y mira que lo intentaron. Salieron de la plaza echando humo. Fue divertidísimo…
Álvaro ACEVEDO
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