El Niño con un Guiness bajo el brazo

MADRID- Los Evilasio, Gláfida, Filadelfo, Walfrido y Hierónides están de enhorabuena. Huerta del Rey, el pueblo burgalés que figura en el Libro Guinness de los récords por su enorme cantidad de nombres raros –lo que les valió protagonizar incluso un «spot» de una marca de refrescos–, ahora también será identificado con la buena suerte. Cierto es que el Gordo de la lotería de El Niño se vendió en la administración número 1 de la localidad vecina de San Leonardo de Yagüe, en Soria. Sin embargo, mientras dos series del 71.208 salieron de su ventanilla, 39 fueron adquiridas por el dueño del bar «El frontón» de Huerta del Rey. Como ocurrió con el Gordo de Navidad, cuando tocó en el modesto pueblo de Grañén, la suerte ha sido justa. Los vecinos de este pueblo burgalés, que no llega a los mil habitantes, han sufrido especialmente la crisis. «Hay entre 150 y 200 personas sin trabajo en el pueblo», dice Pedro, vecino de la localidad. «Estamos en una zona de pinares, hace años hicieron casas por un tubo. Ya sabes cómo ha ido la industria de la construcción...», añade. Así, casi 80 millones se quedan en el pueblo burgalés.

Pedro no ha tenido la suerte de su suegra, Marciana, de 85 años. «Le ha tocado a todo el mundo. Y muy repartido: jóvenes, mayores... Toda la juventud está comiendo y bebiendo. Porque soy mayor, que si no...». Algunos «doblaron» la juerga. Fue el caso de los chicos de la charanga «Los calces» que, a las 12:00 horas, aún dormían después de estar de fiesta la noche anterior. Junto a una amiga, Marciana compró un décimo en «El frontón». Tiene claro qué va a hacer con los 100.000 euros. «Tengo ocho hijos y tres de ellos están en el paro. Todo para ellos», dice.

Ayer, el «rey mago» del pueblo era Iván Izquierdo. El dueño de «El frontón» vendió 390 décimos –adquirió 40 series pero devolvió una – del 71.208. Desde los cinco años que regenta el bar, siempre había jugado al mismo número, informa Ep. Sin embargo, esta vez cambió. Sólo pidió una condición: que acabara en ocho. «Es una satisfacción enorme y más en estos momentos difíciles», decía ayer Iván, de 35 años, que confiaba en que «hubiera entrado al menos un décimo en todas las casas». Y es que la mayoría de décimos se habían vendido entre los jóvenes del lugar y otros pueblos próximos. Chicos de entre 19 y 25 años, que están en paro o estudiando. «Los que tienen más suerte saltan de trabajo en trabajo», dijo. Iván reconoció que se ha quedado con algún décimo y que sus padres también, aunque no concretó la cantidad. En total, afirmó ayer Loterías del Estado, se han devuelto veinte series.

«Pellizco» de suerte

Mientras, en San Leonardo de Yagüe, de 2.300 vecinos, la alegría ha sido más moderada. El alcalde, Jesús Elvira, se felicitó por el «pellizco» de suerte, pero no pudo evitar sentirse algo desilusionado al no haber un mayor reparto. «Si vale para paliar la crisis en el pueblo vecino y reindustrializar la zona, y nos puede echar una mano a todos, es bienvenido», declaró a Efe. Y es que en San Leonardo las cosas no van bien. La empresa Puertas Norma está inmersa en un ERE que podría provocar que 331 trabajadores se quedaran en la calle.

En todo caso, parecen acostumbrados. Visitación Puertas, responsable de la administración de lotería de San Leonardo, recordaba ayer que su oficina había vendido al menos tres gordos de distintos sorteos que también agraciaron a Huerta del Rey. Y darles otro más «nos ha hecho llorar, brindar y saltar», dijo la lotera.