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El Barça se reserva

Antes del comienzo del partido entre el Regal Barcelona y el DKV Joventut, los jugadores de ambos equipos se sentaron al lado de la tribuna de prensa para ver el final del derbi vasco. Si había algún despistado en el Palacio pudo pensar que la mitad del equipo de Pepu estaba directamente sacado de la Minicopa, el torneo paralelo a la Copa de verdad que juegan en Magariños chavales de 14 años

El pívot senegalés del Regal FC Barcelona Boniface Ndong (i), intenta el pase ante la defensa del pívot estadounidense Will McDonald, del DKV Joventut
El pívot senegalés del Regal FC Barcelona Boniface Ndong (i), intenta el pase ante la defensa del pívot estadounidense Will McDonald, del DKV Joventutlarazon

La barba de Navarro contrastaba con el acné de los verdinegros. Esa es la grandeza de la Penya, insuficiente para competir con posibilidades reales ante el defensor del título y mejor equipo de Europa.

El Barça fue el último en alcanzar las semifinales y lo hizo cómo y cuándo quiso. La Penya, que no contaba por lesión con English y Norel, dos de sus piezas básicas para competir de verdad, se mantuvo en pie durante media hora. Más tiempo del debido por la diferencia de potencial entre ambos equipos. Pepu contó con una rotación de apenas siete jugadores. Xavi Pascual tiene en ese apartado, como en otros muchos, un superávit como ningún otro técnico de la Liga ACB. Con decir que su descarte para cuartos fue Pete Mickeal...

Con doce minutos de partido disputados el técnico azulgrana ya había utilizado a sus doce jugadores. El último no era precisamente un cualquiera. Era Ndong, un pívot que sería titular en cualquier otro equipo de la Liga. Su papel, además, no es precisamente intrascendente. El último hombre del banquillo se fue al descanso con 8 puntos, 3 rebotes y un tapón. El segundo máximo anotador culé, el jugador más decisivo en defensa. Un abuso.

La dimensión de la plantilla del Barça le permite lujos como ni enterarse de que Ricky y Navarro todavía no hayan llegado a la Copa. El base tuvo una noche negra ante sus ex. En apenas dos minutos había «sumado» dos faltas. Se descentró y no volvió a aparecer. Terminó el partido con casi más personales que puntos y con unas ganas locas de que empezase cuanto antes la semifinal ante el Caja Laboral para reivindicarse. El absentismo de Navarro es un motivo más de preocupación para el Baskonia.

La relajación que transmitió durante demasiados minutos el Barça permitió al DKV animarse. Cuando el marcador reflejaba un irreal 52-51 (min 29), Xavi Pascual llamó al orden y el partido se acabó. Las diferencias comenzaron a dispararse y el partido terminó siendo un paseo de lo más plácido. Lo peor para los próximos rivales del Barcelona es que jugadores secundarios aprovecharon el partido de cuartos para poder sentirse realmente importantes. Ndong, el último hombre de la rotación, terminó como máximo anotador. Un dato que habla por sí solo. El favorito, como si le hiciera falta, se ha rearmado todavía un poco más.