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Twitter en campaña electoral @marodriguezb
Cuando los estudiantes de arqueología política se acerquen a la hemeroteca y vean estas páginas se asombrarán vociferando «¡anda, si antes se hacían las campañas sin que los políticos debatieran en las redes sociales!», del mismo modo que hoy los jóvenes preguntan «¡¿pero cómo podían hacerse las elecciones sin teléfono móvil?!».
En la anterior campaña electoral, Twitter no existía; así pues, bastante es que algunos políticos hayan aceptado el reto de abrirse una cuenta y mandar mensajes. Esto es demasiado nuevo e imposible de gobernar. Resultado: no están integrados. Recibimos propaganda, básicamente. Por supuesto que hay quien se faja y responde a las preguntas o a los comentarios de sus seguidores (de los más conocidos, @Albert_Rivera, por ejemplo), pero los de la primera línea de fama y poder no están para debates. Se entiende el riesgo: una frase mal labrada y se convierten en TT de recochineo general. Tampoco el personal de este planeta creativo anda para debates serenos. Abunda la descalificación fácil y se tiende al insulto o a la inquina. No es obligatorio poner la foto ni el nombre real, así que ahí se esconde mucho tarao que enturbia. Para un político es inexcusable no definirse correctamente. Así, la lucha es desigual.
La frase de entrada del mitin de Carme Chacón «¡pasarán cosas maravillosas!» ocupó parte de las bromas de ayer. En general, los twitteros se preguntaron si así definía la ministra los cinco millones de parados o la entrada de BilduEta en los ayuntamientos. No obstante, la ocurrencia que más se retwitteó la escribió @GistauDavid: «La última vez q una mujer me dijo eso, acabé dedicando las noches a sacar los gases a un bebé». Le tildarán de machista, ya saben. Para rematar la jornada, la indignación fue subiendo enteros a propósito de las imágenes de ese etarra con una pancarta de apoyo a Bildu. Los defensores de Zapatero corrieron a alegrarse como @iescolar: «Pues a mí que dos etarras que han estado 25 años en la cárcel pidan hoy el voto para un partido que condena la violencia me parece un éxito», argumento que no se sabe bien si es candidez o tomadura de pelo. Para @Jingelman41, entre otros, es un insulto: «crees que lo que has escrito es de ser humano?». BilduEta no sale de aquí. Y ya oyeron a Pascual Sala decir que le «pone de los nervios» que creamos que no es independiente. Pues a miles del twitter les cabrea lo que su «independencia» ha hecho.
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