Pedrosa se apunta al Mundial

El Mundial de MotoGP tiene que aprender a vivir sin Rossi. El italiano está fuera recuperándose de su fractura en la pierna derecha y, aunque cumpla los pronósticos más optimistas respecto a su vuelta a la competición, el título mundial de 2010 es imposible para él. La primera carrera sin Valentino en los últimos catorce años la ganó Pedrosa. Una pista de por dónde pueden ir las cosas el resto de la temporada. El barcelonés no ha tenido un buen comienzo de curso. Se ha quejado sin descanso de las deficiencias de la Honda, de cómo temblaba cuando se le buscaba el límite y de lo que echaba de menos el prototipo de 2009. Ayer en Mugello Dani volvió a sonreír de verdad y lo primero que hizo fue dar las gracias al equipo «tras el duro trabajo que habían realizado en las últimas semanas». En el idioma Pedrosa esto significa que está contento con el trabajo de la fábrica japonesa. Que por fin la moto va como él quiere y puede dejar de preocuparse por ella y hacer que sean los demás los que se preocupen por él.El Gran Premio de Italia lo ganó con su inconfundible estilo. Es decir, dominando de principio a fin. Salió desde la «pole», se colocó en cabeza y ahí se acabó la carrera. Su lucha fue sólo contra el cronómetro, al que fue robándole vueltas rápidas mientras aumentaba la ventaja con el resto. Más de ocho segundos llegó a tener Dani, inalcanzable ayer para cualquiera, Rossi incluido. «Parece que estamos nuevamente en el lugar que nos corresponde. Volver a ganar es una sensación increíble», reconocía el Pedrosa más feliz en muchos meses.A Jorge Lorenzo los neumáticos no le funcionaron como en los entrenamientos, por lo que no estaba para muchas celebraciones. El mallorquín estuvo permanentemente por debajo de sus tiempos del sábado, nunca encontró el ritmo deseado y su actuación se limitó a proteger el segundo puesto de las ganas de Andrea Dovizioso. «Desafortunadamente la puesta a punto de mi moto no era la correcta y por eso sólo he podido acabar segundo. Dadas las circunstancias, creo que puedo estar contento con el resultado.

Dani ha estado asombroso, no sé si de haber alcanzado un buen ritmo le podría haber batido», confesaba el mallorquín, al que los años le han enseñado a mirar más allá de la carrera. «Tener noventa puntos de cien posibles es magnífico. Soy líder del campeonato, no puedo pedir más». Sin su compañero de equipo, él pasa a ser el máximo favorito para el título, que parece que será cosa de dos pilotos, concretamente españoles. Ayer no hubo lugar para el duelo directo entre ambos, pero dentro de quince días en Silverstone, que nadie lo descarte. Lorenzo ha sido el dominador hasta ahora, mientras Pedrosa tenía el enemigo dentro de su propio taller. Ahora, si lo de Mugello se convierte en tendencia, Dani puede pensar que el campeonato del mundo es un objetivo más que posible.El problema para el espectáculo es que la nómina de candidatos no va mucho más allá. El buen momento de Dovizioso no permite quitarle el cartel de secundario, mientras Ducati está en llamas. Hayden se fue al suelo ayer y Stoner ha olvidado el camino del podio. Ha pasado de ser uno de los «cuatro magníficos» a pelear con Melandri y De Puniet por el quinto puesto. Está todo dicho.