Bruselas

La CE aprueba la nacionalización de Bankia y exige un plan de restructuración en seis meses

La Comisión Europea dio hoy su visto bueno temporal a la nacionalización de la matriz de Bankia, BFA, a la espera de que España remita a Bruselas un plan de reestructuración de la entidad en los próximos seis meses.

"No hay duda de que el beneficiario tendrá que realizar una reestructuración profunda", afirma en un comunicado el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, quien considera que el canje en capital de la ayuda recibida en el pasado por el grupo simplificará su estructura de propiedad.

El canje del préstamo público de 4.465 millones que recibió BFA a través de participaciones preferentes hará que el Estado español pase a ser el único accionista y las cajas que formaron el grupo pierdan su participación al obtenerse una valoración negativa de la entidad.

En opinión del comisario español, esta circunstancia simplifica la toma de decisiones sobre la reestructuración de la entidad.

El Ejecutivo comunitario considera que el canje en capital de los 4.465 millones de euros y una garantía de liquidez de 19.000 millones de euros a favor de BFA y Bankia no plantea de momento problemas de competencia.

Aclara, por otro lado, que la operación no incluye las inyecciones de capital que pretende recibir BFA, que aún están siendo examinadas por las autoridades españolas.

Bankia, la filial del grupo BFA que aglutina el negocio bancario, se creó como resultado de la fusión de siete cajas de ahorros -Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja-.

En 2010, el grupo recibió un préstamo de 4.465 millones de euros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que entonces la CE autorizó.

La conversión de esas acciones en capital, a la que Bruselas da hoy luz verde temporal, supone que el FROB, de titularidad del Estado español, pasa a hacerse cargo de la totalidad de BFA.

Esta solución estaba prevista en el plan inicial de ayuda a la entidad de 2010 si era incapaz de devolver el dinero que se le había prestado, pero requería una notificación previa a la Comisión y el correspondiente consentimiento de Bruselas.

España se ha comprometido no sólo a enviar a la CE un plan de reestructuración de la entidad en los próximos seis meses, sino también a que el grupo no pagará dividendos o los intereses de participaciones preferentes o deuda subordinada, a menos que sea legalmente solicitado.

Bruselas quiere asegurarse de que la entidad en cuestión es viable en el futuro sin necesidad de recibir ayudas de Estado de manera continuada.

La CE ya ha recalcado que el plan de reestructuración que remita Madrid deberá incluir "medidas adecuadas"para limitar la ayuda estatal y asegurar que la distorsión que provoca es mínima.

Ha adelantado que tomará una decisión definitiva sobre la operación una vez haya analizado el plan de reestructuración.

La petición de BFA de 19.000 millones para recapitalizarse, que se traduciría en una inyección de capital a Bankia de 12.000 millones, está siendo analizada por España en estos momentos, por lo que no forma parte de la decisión de hoy de Bruselas.