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El Gobierno da un ultimátum a sindicatos y empresarios
MADRID- El Gobierno espera que los interlocutores sociales sean capaces de superar en esta semana sus diferencias plasmadas anteayer en un documento y estampen sus rúbricas en un pacto sobre reforma laboral. Así lo puntualizó ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados la ministra de Empleo. Fátima Báñez aseguró que los agentes sociales «siguen teniendo tiempo esta semana para cerrar lo que aún les queda pendiente».
Pese a ello, los interlocutores sociales no tienen previsto seguir negociando esta semana. No obstante, las organizacioens sindicales confían en que el Ejecutivo, que legislará a lo largo del primer trimestre de este año en materia de reforma del mercado laboral, prorrogue el diálogo en enero y febrero.
Báñez explicó ayer que el Gobierno está analizando el documento que patronal y sindicatos le remitió este martes, en el que figuraN los puntos de acuerdo y desacuerdo. Entre los primeros, se recoge la racionalización del calendario de festivos y se propone al Gobierno que el 15 de agosto (Asunción), el 1 de noviembre (Todos los Santos) y el 6 de diciembre (La Constitución) sean los tres días festivos a trasladar al lunes.
En estos momentos, las centrales y los empresarios siguen esperando una respuesta del Ejecutivo no sólo al documento, sino también a la petición de los sindicatos de prorrogar la negociación. Aunque después de enésimas negociaciones entre los agentes sociales y casi constatado el fracaso de éstas para consensuar un acuerdo en los temas de calado en materia laboral, los empresarios pidieron ayer al Gobierno que legisle ya una reforma del mercado de trabajo. Así lo señaló el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, al afirmar ayer que el Gobierno deberá legislar ya una reforma laboral (la tercera en año y medio) y no esperar a que sindicatos y empresarios alcancen un acuerdo, pues las posturas entre ambas partes están «bastante alejadas», añadió. «Yo creo que tiene que legislar, visto como está, para qué vamos a andar con más paños calientes. Esto es marear la perdiz. Aunque la voluntad y la intención están ahí, las posturas están bastante alejadas», subrayó el empresario, tras recordar que sindicatos y empresarios «no llevan negociando ocho días, sino dos años, sin que hayan sido capaces de llegar a un acuerdo».
Preguntado entonces por el motivo de que hayan pedido más tiempo al Gobierno para negociar, el vicepresidente de la CEOE ha declarado que siempre se intenta dar oportunidades al acuerdo, pero insistió en que es «pesimista» sobre las posibilidades de que ésta pueda alcanzarse. «Hemos intentado llegar a acuerdos con los sindicatos, pero no estamos llegando a pactos importantes para la reforma laboral que está pidiendo todo el mundo», subrayó Fernández en declaraciones a TVE recogidas por Ep. La CEOE quiere que el Gobierno pacte una nueva contratación, tras el rechazo de los sindicatos a su propuesta de un contrato indefinido con despido procedente de 12 días por año trabajado y de 20 por despido improcedente.
Fuentes de los sindicatos señalaron ayer a este periódico que las negociaciones con los empresarios siguen abiertas en las materias referentes a la evolución salarial y la renegociación del acuerdo de salarios hasta el 2014, la flexibilidad interna y la estructura de la negociación colectiva pese a que en este capítulo las discrepancias siguen siendo claras.
Por un lado la CEOE propone congelar los salarios en 2012 y 2013, mientras que los sindicatos se niegan en rotundo y aceptan sólo pactar salarios por debajo del IPC previsto (1%).
En flexibilidad interna, la patronal propone libertad para distribuir el 15% de la jornada y 80 horas anuales. En cuanto a la estructura de la negociación colectiva, la CEOE pide una cláusula de descuelgue sin autorización y exige que el convenio de empresa prevalezca sobre el sectorial. Sobre estos puntos, que los agentes sociales consideran sólo del ámbito bipartito, es decir entre sindicatos y empresarios, seguirán negociando. Del resto de aspectos, unos y otros se mantienen a la espera de que el Gobierno los llame.
Las pymes, hartas del diálogo
El presidente de la patronal de las pequeñas y medianas empresas Cepyme, Jesús Terciado, consideró ayer que prolongar las negociaciones entre patronal y las organizaciones sindicales sobre la reforma laboral en los que no hay acuerdo sería «perder el tiempo» y «no se debería hacer», si bien comentó que se puede seguir hablando de negociación colectiva. En ese sentido, recordó que en las últimas semanas ya se sabía que en algunas cuestiones como la flexibilidad interna, la contratación, la extinción de los contratos o las causas del despido iba a ser «difícil» un acuerdo, una realidad que se «evidencia» con el documento que los agentes sociales han entregado al Gobierno.
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