Ávila

Adobes sostenibles y barros limpios por Toni P

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Cuando lea esta columna, se acabará de clausurar la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente (Genera) que se ha celebrado en Madrid esta misma semana. Todo un evento para el mundo de la Ciencia y la sostenibilidad sobre el que merece la pena echar un vistazo. De lo más interesante del evento ha sido la Galería de la Innovación, cuyo jurado seleccionó las propuestas más vanguardistas en materia de eficiencia energética, energías renovables y protección del medio ambiente. De esas 25, por su originalidad y practicidad, habría que resaltar tres. La primera es el proyecto Desafío Hipatia. Se trata de un sistema de diseño y construcción de un barco de investigación oceanográfica, sin efectos para el medio ambiente. Tiene capacidad de navegar en todo tipo de mares, y con reducción de costos de construcción y operación en comparación con los modelos que se manejan actualmente. La segunda es un dispositivo para el ámbito doméstico y establecimientos comerciales, para hacer recircular y no desperdiciar el agua caliente hasta que alcanza el punto de consumo, pero sin necesidad de tubería de retorno. No se dirá que no es práctico, con la cantidad de agua que se desperdicia cada día hasta que la temperatura de la ducha es la adecuada. Y el tercero es muy curioso, lo ha puesto en marcha un pequeño pueblo de Ávila, de nombre impronunciable, Gotarrendura, de apenas 190 habitantes. Por eso seguramente lo habrán llamado «Gota de Innovación». Se trata del «adobe sostenible» o cómo hacer de este material un elemento no contaminante para utilizarlo en locales y lugares de interés turístico.