Actualidad

«Voy a Huesca Os traigo lotería»

Ángel Martínez Zaragoza, el camionero de la empresa Fitosa de Molina de Segura que trajo diez décimos del Gordo del sorteo extraordinario de Navidad, había dicho hace un mes a los trabajadores antes de hacer un viaje a Huesca para transportar maquinaria: "Voy a Huesca. ¿Os traigo lotería?".

Los compañeros le respondieron: "Sí, trae", y en estos momentos se encuentran duchando con cava a Ángel celebrando los 400.000 euros que han obtenido por cada décimo gracias a la suerte de haber adquirido los décimos en el pueblo de Grañén.

Ángel se dirigió a Huesca para llevar un porte y volvió con 10 décimos, por lo que hoy se mostraba muy satisfecho, si bien aseguraba que no da para retirarse, vender el camión y dejar el trabajo, por lo que seguirá haciendo portes.

El polígono era todo una fiesta e incluso los trabajadores de empresas limítrofes a Fitosa se acercaban a curiosear y vitorear el nombre de la empresa agraciada, donde sonaron tracas y se festejó con cava.

Los hermanos Alejandro y José Córdoba, de 23 y 25 años, naturales de Santomera, se repartieron a medias un décimo y han dicho a los periodistas que esta tarde volverán a trabajar en su empresa, Fitosa, tras celebrar con sus novias y familiares la noticia.

Alejandro dijo que estaba "en una nube", y que no sabía como iba a pasar la Navidad, pero que lo que sí tenía claro es que se iba a comer las uvas en Madrid, y que esta tarde volvería al tajo, o que con el dinero iba a pagar la casa que tiene en proyecto, o que le pedirá la mano a su novia para casarse en un año y medio.

Su novia, emocionada, recordaba cómo anoche comentaban en casa que no podían hacer frente a la casa que iban a construir a menos que les tocase la lotería, por lo que ahora no se puede creer que haya tenido tanta suerte.

Su hermano, José, desea comprarse un piso, y como Alejandro, desea volver al trabajo.

Un trabajador de Fitosa que no resultó agraciado porque decidió no comprar la lotería que su compañero camionero iba a traer manifestó que no sentía envidia, sino que estaba encantado de que les hubiera tocado y que está acostumbrado a no comprar lotería.
Diego, trabajador de Fitosa en los 15 últimos años y también agraciado con un décimo, comentaba que se encontraban almorzando un bocadillo en el bar El Huertano del polígono industrial La Polvorista cuando conocieron la noticia y se dejaron el bocadillo en la mesa para irse a sus casas a comprobarlo.

La esposa de Diego, Pilar, se mostraba "supercontenta"por lo ocurrido "y en estos tiempos más todavía".