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Rubalcaba cree inaugurado un nuevo ciclo político
El líder del PSOE dice que el 25-M «ha marcado las líneas rojas» a Rajoy
MADRID- Las encuestas habían pintado tan unánime y claro escenario de bancarrota para el PSOE que hasta en la calle Ferraz costó la digestión de los datos. Primero hubo incredulidad, luego perplejidad y, finalmente, el chute de moral lógico en un partido que daba por descontada su liquidación del mapa autonómico.
A juzgar por algunos comentarios maliciosos, uno diría que en la dirección federal estaban preparados para pasar factura a José Antonio Griñán, empujarle a dimitir como jefe de los socialistas andaluces y quién sabe si como presidente del PSOE, en el caso de que hubiera perdido el gobierno del último feudo socialista. Pero no ocurrió y, en política ya se sabe que las derrotas son huérfanas y las victorias tienen muchos padres.
Así que, tras asimilar los resultados, Alfredo PérezRubalcaba, reunió a la Comisión Permanente de la dirección federal e hizo una valoración pública del 25-M que, en la noche electoral delegó en su número dos, Elena Valenciano.
Primer mensaje: El 20-N se cerró un ciclo político basado en la crisis económica y el Gobierno de Zapatero, y el 25-M ha inaugurado otro que apunta la senda de la recuperación del socialismo. Vaya, que Rubalcaba ve ya la luz al final del oscuro túnel en el que entró el PSOE en mayo de 2011. Tanto que tras le veredicto de asturianos y andaluces da por convalidada su línea de oposición útil –»al menos no ha sido rebatida», dijo. Y eso que entre sus críticos, que los tiene, consideran que si alguien sale reforzado de este envite es José Antonio Griñán, quien todo el mundo sabe que en esta aventura no ha estado demasiado acompañado por la ortodoxia del partido. Fue él quien decidió separar las elecciones andaluzas de las generales y fue él quién luchó en los últimos meses contra todos los elementos del tutelaje y el clientelismo impuesto por Manuel Chaves en lo institucional y en lo orgánico. Rubalcaba prefirió no entar en derivas internas sobre el resultado, tan sólo para rebatir que los de Griñán no sean los suyos y poner en valor su amistad con el presidente andaluz que es tan cierto que la tiene como que se ha visto resentida en los últimos tiempos. Y quizá por ello subrayó que tanto el líder del PSOE andaluz y el de los socialistas asturianos tienen «las manos absolutamente libres» y todo el respaldo de la dirección federal para formar gobierno en sus respectivas comunidades. Es más no le preocupa en absoluto que precisen del apoyo de IU porque ya tienen experiencia de colaboración en ayuntamientos y Autonomías.
La lección principal que Rubalcaba cree que hay que extraer de las elecciones es que el PSOE es un partido fuerte «con el que siempre hay que contar y al que no se puede ignorar». La segunda es que Andalucía y Asturias han marcado al PP las «líneas rojas» y le han dicho «por aquí, no». Rajoy. a su juicio, ha pagado en las urnas el rechazo a la reforma electoral, su decisión de ocultar los Presupuestos Generales del Estado y su particular ajuste con el Estado del Bienestar. ¿Alguna lectura territorial? Si, que andaluces y asturianos han votado con la vista puesta en el futuro y con la creencia de que algunos servicios públicos podrían y políticas sociales podrían estar en riesgo. Ahora bien, en el caso de Andalucía, está convencido de que los casos de corrupción han afectado notablemente al resultado del PSOE. «Es un asunto -solemnizó- que debemos plantearnos muy en serio todos los partidos».
Ferraz apoya a Vara si hay pacto extremeño con IU
Si en Andalucía es posible el acuerdo, por qué no en Extremadura, se preguntó ayer Guillermo Fernández Vara respecto a la colaboración entre PSOE e IU. El líder de los socialistas extremeños clamó por un gobierno en común, con apoyo de legislatura, entre su partido e Izquierda Unida, como única salida «estable, normal y lógica» en su región.
Y es que «lo que parece que va a ocurrir en Andalucía –señaló el extremeño– se parece bastante a lo normal. Y esto es que cuando hay una mayoría de ciudadanos que vota para que gobierne la izquierda, la izquierda debería gobernar». Su impresión es que PSOE e IU pueden encontrar un programa de gobierno conjunto, un escenario que al dirección federal no vería con malos ojos. ahora que los resultados de Andalucía le han permitido tomar oxígeno.
Alfredo Pérez Rubalcaba compartió ayer la reflexión de Fernández Vara, si bien dejó claro que le corresponde a número uno de los socialistas extremeños y que sólo él decidirá si esta oferta tendrá traducción en alguna iniciativa parlamentaria. Más claro: presentar una moción de censura al Gobierno de José Antonio Monago, que hoy sostiene la coalición de Cayo Lara. «Hay una situación peculiar, un Gobierno del PP sostenido en una abstención de Izquierda Unida.Ya se verá su las circunstancias de estas elecciones cambian esta situación», afirmó Pérez Rubalcaba.
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