Una vuelta al cole más cara

BARCELONA- Para la mayoría de las familias catalanas, la vuelta al cole será este año un poco más cara. El nuevo calendario escolar 2010-2011 presenta una novedad que afectará directamente a los padres de los alumnos y a sus bolsillos. A partir de este curso, que arranca este martes una semana antes que los años anteriores, habrá una semana de vacaciones en marzo. Sin embargo, los centros no estarán obligados a abrir durante esa «semana blanca» y deberán ser los padres o los ayuntamientos los encargados de organizar actividades para el alumnado.

Esta variación del calendario ha sentado como un jarro de agua fía para la mayoría de los padres, que están indignados. «¿A quien se le ocurre poner una semana de vacaciones en marzo? Es un fastidio. En vez de semana blanca deberían llamarle semana negra» se queja Jorge, padre de dos pequeños de 8 y 5 años. «¿Qué vamos a hacer los padres durante esa semana con los niños?», se plantea ante el problema .

Para la gran parte de las familias catalanas, las vacaciones de marzo siguen siendo una pura incógnita. «Como siempre cargarán los abuelos o el dinero», predice muy enfadada Eulalia, madre de una niña de 11 años.

Dependiendo del dinero que haya en la familia, se puede apuntar a los niños a un casal o a unas colonias, pero estas actividades durante la semana blanca tendrán un coste de entre 90 y 300 euros por niño, según las entidades Fundació Pere Tarrés y la Fundació Catalana de l'Eslpai.

Los casales, contratados por las asociaciones de padres y madres (Ampas), costarán entre 90 y 110 euros semanales por niño. Y las casas de colonias tienen un coste de entre 150 y 350 euros.

Las escuelas y las ampas aún perfilan sus alternativas. «Creemos que el colegio organizará actividades para los niños de primaria, que rondarán sobre los 125 euros», explica Rosa Maria González, madre de Laura y Matías que estudian en el colegio Pare Manyanet. «No sabemos aún si la escuela hará algo, pero yo optaré por apuntarles a un casal al que ya han ido este verano a hacer manualidades y cuesta 90 euros por niño», dice Ana, madre de un niño de 10 años y de una niña de 9.

Pero muchas familias, afectadas por la crisis económicas no podrán hacer frente a un gasto extra tan elevado. «Hemos pedido a la administración que organice y gestione actividades para esa semana y ofrezca las ayudas pertinentes a las familias que lo necesiten», considera la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Cataluña (Fapac), Imma Fuyà. «La Generalitat debería garantizar que los alumnos que lo necesiten sean atendidos en los colegios», exige el colectivo.

Con el nuevo calendario escolar, Educació pretende igualarlo con los del resto de Europa y no centrar todas las vacaciones en los meses de verano. Aunque se reparten las vacaciones, Educació mantiene los mismos días de clase lectivos que hasta ahora, 176. «Ya hacía tiempo que decíamos que había demasiadas vacaciones en verano y debían repartirlas», recuerda Fuyà.

Conciliación familiar y laboral
Sin embargo para muchos padres, resulta cada vez más dificil conciliar la vida familiar con la laboral. «En vez de solucionar un problema, lo que han hecho ha sido trasladarlo a otra semana, con aún más dificultades para conciliar la vida laboral con la familiar», comenta Ana. «Para muchos padres es difícil pedir una semana de vacaciones en marzo, mientras que en septiembre era más fácil combinarlo», añade un padre.

«¿Desde cuando los niños van por libre de sus padres?», cuestiona Eulalia. «Da pena que en sus vacaciones no podamos disfrutar de nuestros hijos», lamenta Rosa María. Por ello, Educació negocia con el departament de Treball para que se puedan flexibilizar los periodos de vacaciones.

Los sindicatos ridiculizan las ayudas
El conseller de Educación, Ernest Maragall, anunció esta semana que se destinarán 800.000 euros de subvenciones y ayudas a las familias y a las asociaciones de padres y madres para la realización de actividades extraescolares durante la llamada «semana blanca». Entre los días 1 y 29 de octubre las asociaciones de madres y padres (AMPAS) y los ayuntamientos catalanes podrán solicitar ayudas para organizar actividades para los escolares durante la semana blanca. Sin embrago, UGT de Cataluña tachó de «ridículas» esta línea de ayudas. El sindicato precisó en un comunicado que esta cantidad supone unos 1,2 euros por alumno. «Es una falta de respeto para muchas familias de trabajadores que tendrán graves problemas de conciliación durante esta semana», dijo UGT.