Relaciones laborales
Un poco más de lo mismo y mucho por concretar por Florentino FELGUEROSO
No es una reforma muy imaginativa. En parte, remedios que ya hemos probado en el pasado y que se han mostrado poco eficaces para erradicar uno de nuestros principales problemas sociales: la dualidad laboral. ¿Funcionará esta vez? Dependerá de que nuestras empresas respondan a los nuevos incentivos, como el abaratamiento del coste de despido, las posibilidades de descuelgue y las subvenciones a la contratación. Pero también, y sobre todo, de que miles de asesores laborales, negociadores y jueces, entre otros, no los anulen en la práctica. Una simplificación de nuestra regulación contractual y una apuesta por una modernización profunda de nuestra negociación colectiva hubiesen evitado este riesgo. En cuanto al resto, aún queda bastante por concretar, pero esta vez en el Parlamento. Las negociaciones deberán revelarnos más detalles sobre cómo será nuestro peculiar modelo contractual austro-español o cómo se llevará a cabo en la práctica la colaboración público-privada en la tarea de recolocar a nuestros parados. Y, desgraciadamente, no se tocan otros temas (tabúes), como la gestión de las formaciones profesionales: continua y ocupacional, tan importantes para salir adelante con mejor pie y otro buen negocio para nuestros agentes sociales.
Florentino Felgueroso / Investigador de Fedea y profesor de la Universidad de Oviedo
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