Lisboa
Última tecnología anti diabetes
Individualizar el tratamiento y ofrecer medidores de azúcar en sangre de nueva generación y tecnología de vanguardia son la clave para garantizar con éxito el seguimiento de la diabetes
Cada siete segundos una persona muere a consecuencia de la diabetes y, en la actualidad, afecta a 336 millones de personas en todo el mundo. La gran mayoría de afectados padecen la diabetes tipo II que está vinculada, principalmente, a obesidad y vida sedentaria. Así se puso de manifiesto en el Congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), que se ha celebrado esta semana en Lisboa (Portugal). Un enfoque centrado en el paciente junto con medidores de glucosa en sangre de nueva generación y la tecnología de vanguardia resulta esencial para controlar con éxito la enfermedad. Ésta es la principal conclusión a la que han llegado un grupo de expertos en una mesa redonda organizada por la farmacéutica Bayer HealthCare.
Utilidad
Antonio Ceriello, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) de Barcelona, asegura que «el autocontrol de la glucosa en sangre se ha convertido en una herramienta permanente para apoyar las decisiones terapéuticas, ya que unos resultados precisos y fiables son la base para mejorar el control de la diabetes».
Sin embargo, Margarida Jansá, enfermera educadora en diabetes de la Universidad de Barcelona mostró su preocupación por el conocimiento que tienen los pacientes sobre el autocontrol de la glucosa en sangre es insuficiente. Así, y según los resultados de un estudio realizado en siete comunidades autónomas, sólo el 58 por ciento de los pacientes se lavan las manos antes de hacerse un autoanálisis de glucosa y, además, el 60 por ciento de los medidores requiere algún tipo de codificación previa, entre otros. Con el fin de mejorar el autocontrol del azúcar en sangre, se ha presentado el nuevo medidor Contour XT y las tiras reactivas Contour Next, ambos fáciles de utilizar y que ofrecen una precisión de nueva generación para obtener resultados más fiables. En un estudio clínico, el 98 por ciento de los pacientes fue capaz de realizar un análisis utilizando sólo los materiales proporcionados por el sistema y sin información previa. El medidor ofrece funciones que se adaptan a las necesidades individuales de cada paciente. El nivel L-1 está pensado para enfermos que buscan una funcionalidad básica y el nivel L-2 para necesidades más avanzadas. Dispone de alarmas posprandiales que sirven de recordatorio para hacerse el análisis después de las comidas. Además, el medidor supera los estándares de calidad de la norma ISO 15197:2003.
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