La Región de Murcia llora a las siete víctimas de las inundaciones

Murcia- Familiares, amigos y vecinos despidieron ayer a las cinco víctimas del temporal que el pasado viernes azotó a la Región de Murcia, cuyos entierros se celebraron ayer en Lorca, Puerto Lumbreras y Murcia. El primero de los sepelios fue el de Antonia Campos, la mujer de 50 años que desapareció en el camino de Cabalgadores, en la diputación lorquina de La Torrecilla, a consecuencia del temporal. Su cuerpo fue velado durante la madrugada del domingo por familiares y amigos en el tanatorio Blaymar de Lorca y, tras su funeral, fue enterrada en el cementerio lorquino de San Clemente.

Del mismo modo, allegados de las tres personas fallecidas en la rambla de Puerto Lumbreras, todos pertenecientes a la misma familia, Miguel Asensio, Juan Asensio y la menor de nueve años J.S, cuyos cuerpos fueron enterrados en el cementerio de San Damián, en la pedanía lumbrerense de El Esparragal, donde desaparecieron.

Mientras que el hombre que perdió la vida en la pedanía murciana de Sangonera La Verde, al ser sorprendido por una tromba de agua cuando iba en su coche, fue enterrado en el tanatorio Arco Iris de Murcia.

Por otra parte, los murcianos lloraron también ayer la muerte del matrimonio aguileño que fue encontrado por la Guardia Civil en el interior de su vehículo en la rambla de Guazamara de Cuevas de Almanzora, uno de los municipios almerienses más afectados por las lluvias. La pareja fue velada en el tanatorio de Pulpí (Almería), mientras que su entierro se llevó a cabo en una pedanía de Guazamara.

Bajo un manto de lágrimas, la Comunidad, que continúa hoy también de luto oficial por la muerte de las víctimas de las fuertes lluvias, intenta, de la mejor manera posible, recuperar la normalidad, de hecho, el Gobierno regional redujo ayer el nivel de gravedad y riesgo de la situación de emergencias en los municipios gravemente afectados. Así lo anunció el consejero de Presidencia, Manuel Campos, tras valorar la situación con los técnicos y profesionales de emergencias desplazados en la área siniestrada. De esta forma, el operativo desplegado en los municipios más afectados está integrado por más de 200 personas y cincuenta vehículos, correspondientes al Consorcio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Región (CEIS), a las brigadas forestales, la Gerencia de Emergencias 061, el servicio de mantenimiento de carreteras, Cruz Roja, servicios de Protección Civil y policías locales, que centran sus trabajos en estos momentos en la recuperación de las zonas dañadas, inspección del estado de edificios, limpieza, reparación de los daños más relevantes, así como en la rehabilitación de los servicios básicos fundamentales. Además, a estos medios se suma un helicóptero de la Consejería, con base en Alcantarilla, que sobrevuela el área afectada para realizar labores de búsqueda y supervisar los daños.

Por su parte, el Ayuntamiento de Lorca, con su alcalde a la cabeza, así como con el resto del equipo de gobierno y alcaldes pedáneos siguen coordinando «in situ» los intensos trabajos de achique de agua, reparación de accesos, limpieza, suministro de agua, que están realizando en el municipio tras las inundaciones. Concretamente, el primer edil, Francisco Jódar, está recorriendo con un equipo de trabajo todo el término municipal, mientras que los concejales están distribuidos en parejas por las pedanías. Del mismo modo, el Consistorio lorquino, que mantiene el dispositivo especial de limpieza y despeje de carreteras que está actuando principalmente en las pedanías del valle, formado por 150 personas, ha convocado para hoy una reunión con la comunidad de regantes, cooperativas agrarias y ganaderas, así como con otros colectivos para analizar la situación en la que han quedado las infraestructuras del sector primario.

El Ayuntamiento de Puerto Lumbreras, por otro lado, trasladará hoy la Alcaldía a la pedanía de La Estación, de El Esparragal, el tiempo que sea necesario para realizar una mejor coordinación de las actuaciones que se están llevando a cabo en esta zona, una de las más dañadas por las riadas. Asimismo, el Consistorio lumbrerense aprobó en el pleno extraordinario la suspensión de las fiestas patronales, así como tres días de luto, sumándose por tanto a la iniciativa de la Comunidad, y la puesta en marcha del expediente para solicitar que la área sea clasificada como «zona catastrófica».