España
Programa de Gobierno
El programa electoral con el que el PP se presenta a las elecciones del próximo 20-N, y que hoy refrendará su Comité Ejecutivo, es más que una colección de propuestas electoralistas y denota que los populares han realizado un trabajo exhaustivo para conseguir una propuesta que tiene en la creación de puestos de trabajo y la lucha contra la crisis sus principales objetivos. Además de una propuesta electoral con grandes líneas de actuación y algunas medidas concretas, el PP de Rajoy ha redactado un programa para gobernar. Es un compromiso con los electores, a modo de contrato, en el que los populares mantienen una línea de continuidad con su labor de oposición y con su historia reciente. Se suman en este sentido propuestas novedosas, como la reforma laboral, a otras ya de probado éxito en los años en los que los gobiernos del PP llevaron a España a su mejor momento. Se reiteran las políticas que han caracterizado al partido en su trabajo en la oposición y por las que ha mantenido su base electoral, como sus promesas de una profunda reforma judicial, que incluye al Tribunal Constitucional, cambiar la ley socialista del aborto libre o las medidas para cohesionar en toda España políticas sociales como la Sanidad o la Educación pública. Y también el compromiso de que no habrá negociación con los terroristas de ETA. Destacan las apuestas económicas y, entre ellas: apoyo a los emprendedores, rebajas en el IRPF para fomentar el ahorro, una reforma laboral que prime la flexibilidad y evite la temporalidad, retomar la desgravación por compra de vivienda, el estricto ajuste presupuestario para las administraciones –con sanciones por incumplimiento– o cambios en la ley concursal para favorecer a quienes vean embargada su vivienda por no poder pagar la hipoteca. Todas ellas forman parte de un proyecto para crear empleo y recuperar el crecimiento. Cabe pensar que los redactores del programa electoral han sido plenamente conscientes de las buenas perspectivas del PP ante el 20-N. Al contrario que las propuestas de otros partidos, no destacan las habituales grandes promesas «incumplibles». Si la campaña electoral sigue su curso sin grandes sorpresas, no parece que Rubalcaba vaya a ser capaz de presentar a sus electores una apuesta de Gobierno con futuro. Es más, se intuye que los nervios se apoderan del equipo socialista al ver que los sucesivos sondeos de opinión han suspendido todas las estrategias del candidato, forzado a elevar el nivel de agresividad de su discurso. Los resultados de la encuesta que hoy publicamos indican que se mantiene la gran diferencia de intención de voto, de hasta 14,5 puntos, a favor del PP. Según el trabajo de campo de los encuestadores, que fue realizado antes de conocerse la noticia de la escalada del paro en la EPA, los populares alcanzarían entre 184 y 187 escaños, con el 45,9% de los votos, frente a los 118 o 120 diputados que proporcionarían al PSOE el 31,4% de los sufragios. Aún sin tener en cuenta el impacto electoral de la EPA, los datos retratan a un electorado consciente de la gravedad del momento económico y social que se vive en España y que opta por mayoría absoluta por el cambio que hoy representa el PP.
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