Un iraquí mata y entierra a su hija porque quería convertirse en terrorista suicida de Al Qaeda

Las fuerzas de seguridad iraquíes llegaron ayer, jueves, a la casa del iraquí en Mandili, a unos 100 kilómetros al noreste de Bagdad, para buscar a Shahla Najim al-Anbaky, tras ser informadas de que la joven estaba relacionada con un grupo de milicianos suníes.

Los oficiales arrestaron finalmente a su padre, Najim Abd al Anbaky, después de que confesara que había asesinado a su hija y que le había enterrado cerca de su domicilio, según ha explicado el comandante Ghalib al-Jubouri, portavoz de la provincia de Diyala. "Confesó que la mató cuando supo que trabajaba para Al Qaeda y que quería inmolarse", ha relatado el oficial.

El asesino confeso guió a las fuerzas de seguridad hasta el lugar en que enterró los restos mortales de su hija. Con una mayoría de población musulmán suní y una presencia significativa de chiíes y kurdos, Diyala ha sido escenario de los peores actos de violencia desde la invasión del 2003 liderada por Estados Unidos.

Por otra parte, este viernes un ataque con bomba perpetrado por supuestos milicianos de Al Qaeda ha acabado con la vida de cinco personas en una casa de una familia chií en una localidad situada al sur de Bagdad.

En Irak, los niveles de violencia han decrecido en los últimos años tras el final de la etapa de violencia sectaria desatada tras la invasión de 2003, si bien todavía se registran ataques y atentados a diario en diferentes zonas del país árabe.