Impuestos sobre ruedas

El tema de los impuestos es muy recurrente para los políticos. Los que están en el poder justifican las subidas por aquello de mejorar la calidad de vida de los contribuyentes y los que ven los toros desde la barrera de la oposición aprovechan para criticar medidas que repercuten directamente en el bolsillo de los ciudadanos. Al final no deja de ser un surtidor de euros para tapar agujeros, pero su cometido no es ese.
Queda muy progre decir que el incremento de las aportaciones es de izquierdas, ya que luego esos fondos se destinan a planes sociales. Pero si no es así es que algo está fallando. Si sube el IVA, suben los precios, nos bajan el sueldo y nos la meten doblada con los impuestos, nuestro estado de bienestar se convierte en regularestar o incluso en malestar. Y eso es la crisis. Meterle mano al currito que se ha quedado sin trabajo en su prestación o en su maltrecha cartera.
En este período de recesión la gran protagonista es la macroeconomía, pero cuando se empiezan a reducir los ingresos y aumentan los gastos de los ciudadanos la cosa cambia. Ese es el límite que no se debe traspasar. Por cierto, aprovecho estas líneas para mandarle un mensaje al bueno de Óscar López, inmerso en el Puro Cambio Tour. El líder socialista y su equipo de gregarios llevan camisetas en las que se puede leer: Soy de Castilla; soy de León. ¿Qué significa esto? ¿Así hacemos comunidad?