Francia

«Las manos en el aire»: La infancia como utopía

Dirección y guión: Romain Goupil. Fotografía: Irina Lubtchansky. Intérpretes: Valeria Bruni-Tedeschi, Linda Doudaeva, Jules Ritmanic. Francia, 2010. Duración: 90 minutos. Drama.

La Razón
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La traducción del título original es, literalmente, «Manos arriba», en alusión a un gesto de rendición que es, en la película, un gesto de victoria. Es lo que quiere contarnos Romain Goupil: la infancia recolecta contradicciones, hace daño pero lucha por lo que desea, reivindica mientras aparenta replegarse. En la infancia, nos dice el cineasta francés, la ideología se manifiesta de la forma más pura, sincera y directa posible, y por eso es el momento de nuestra vida en que las utopías existen, porque se confunden con el juego. Es significativo que Goupil narre su historia con un «flash-back», que sitúa a la protagonista en un futuro próximo desde el cual nos explica su infancia de inmigrante chechena, su integración en una familia de acogida y lo que sus amigos tuvieron que hacer por ella para salvarla de la deportación. Ese «flash-back» nos dice que nuestro presente es ya pasado, que las duras políticas europeas contra la inmigración son cosa superada, que sólo la acción del pueblo –la unión hace la fuerza– puede luchar contra la rigidez patriótica del sistema. Goupil no ahorra críticas al pequeño burgués bienpensante que cree que acogiendo a una niña va a salvar el mundo, pero la mayor virtud de su propuesta está en su sensibilidad para acercarse a los niños, en su habilidad para no tratarlos con condescendencia.