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YPF se planta ante Kirchner y no invertirá beneficios en Argentina

YPF se planta ante Kirchner y no invertirá beneficios en Argentina
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MADRID- Al Gobierno argentino no hay quien le apee de la burra. Obsesionado con la idea de que YPF no está invirtiendo lo suficiente para explotar al máximo los yacimientos de hidrocarburos del país, los hombres de Cristina Fernández Kirchner siguen presionando a la filial de Repsol en una estrategia que algunos califican de mera «diversión» para desviar la atención de los graves problemas tanto políticos como económicos por los que atraviesa el país. Ayer, en la enésima escaramuza de esta campaña lanzada en los últimos meses, el Gobierno argentino insistió en pedir a YPF que destine los beneficios de 2010 y 2011 a inversiones. La propuesta fue presentada durante el consejo que celebró la filial de Repsol en Buenos Aires y en la que Antonio Brufau se encontró con más invitados de los esperados. Como ya ocurriera hace unas semanas, junto a Roberto Baratta, representante del 0,005% que el Estado argentino tiene en YPF –además de la acción de oro– se presentaron a la reunión del viceministro de Economía, Alex Kecellof, y de Daniel Cameron, secretario de Estado de Energía, así como un nutrido grupo de asesores. Todos ellos, según explicaron fuentes de la petrolera, estuvieron presentes en el consejo, aunque no tengan derecho a ello, para evitar suspicacias.

La reunión, que se desarrolló en un tono tranquilo, según aseguraron las citadas fuentes, avanzó por los derroteros esperados. Baratta insistió en que Repsol destine el dividendo a más inversiones, a través de un fondo creado ex profeso para tal cometido, propuesta que la dirección de la compañía rechazó. En su lugar, y como confirmó después en una nota, YPF propone destinar ese dinero, unos 1.000 millones de euros, a capitalizar la empresa. El aumento de capital será propuesto en la próxima junta de accionistas de la compañía y se realizaría «mediante la emisión y entrega gratuita a los accionistas de nuevas acciones de la sociedad». Una propuesta que, según Repsol, refleja «el compromiso de los accionistas de YPF con el futuro mantenimiento del alto nivel de inversiones realizadas por la compañía en los últimos años en Argentina». Fuentes de la petrolera española no entienden, de hecho, la cerrazón del Ejecutivo de Kirchner a esta opción porque «el dinero también se quedará así en Argentina». Además, añaden, durante este ejercicio está previsto una inversión de 3.424 millones, récord histórico.

Repsol no vería resentidos sus resultados con esta decisión ya que dada su solidez de caja, «no afectará a sus planes de desarrollo ni a su estrategia en materia de dividendos».

Horas antes del consejo, el Ejecutivo argentino había dado otra vuelta de tuerca a la presión sobre Repsol. El jefe de Gabinete del Gobierno, Juan Manuel Abal Medina, dejó abierta la posibilidad a una nacionalización al asegurar que el Ejecutivo del país no descarta «ningún curso de acción específico respecto de la empresa YPF». El jefe del Gabinete de Kirchner matizaba así unas declaraciones realizadas la noche anterior, en las que descartaba nacionalizaciones y decía que su intención es que YPF cumpla «con lo comprometido como empresa, que es producir».

Pese a la rectificación de Abal, las acciones de Repsol cerraron con una subida del 4,28%, mientras que las de YPF lo hicieron un 9,03%, lo que, a decir de algunas fuentes, pone en entredicho la credibilidad de las amenazas del Ejecutivo de Kirchner.

 

¿A 10 o a 60 kilómetros de las Islas Canarias?
El permiso obtenido por la petrolera para realizar prospecciones en busca de crudo en aguas de las Islas Canarias sigue generando polémica. El presidente de la comunidad, Paulino Rivero, aseguró ayer en el Parlamento regional que las catas se iban a realizar a 10 kilómetros de la costa. Sin embargo, el responsable de exploración y producción de la compañía en España, Javier Moro, reiteró que se harán a 60 kilómetros y que la posibilidad de que en vertido llegue a tierra es «remota».