Hospitales

Revolución en el quirófano: en ocho años la cirugía ha cambiado por completo la sanidad

El minimalismo está de moda. A través del ombligo se pueden extirpar vesículas, apéndices, y tratar hernias, entre otros. También se «aprovechan» los propios orificios del cuerpo como boca, vagina o ano. A la mínima incisión se suma el liderazgo de España en trasplantes. Piernas, rostro y brazos han sido implantados con éxito 

Revolución en el quirófano: en ocho años la cirugía ha cambiado por completo la sanidad
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Bailan al compás de una melodía casi sobrenatural. Mano y máquina en perfecta armonía para obrar «milagros». Porque la cirugía es hoy sinónimo de vida gracias a los avances técnicos y a quienes los manejan.
Para muestra, lo último en mínima invasión. La laparoscopia, técnica que apareció en Francia en los años 80 y que se estrenó con la colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) hoy es un clásico. De hecho, según la Asociación Española de Cirujanos (AEC), ocho de cada diez intervenciones quirúrgicas que se realizan en España se hacen mediante esta técnica.
Pero ahora ha cedido su fama a una prometedora sucesora, la laparoscopia «single port» o de única incisión (Cirugía de Acceso Único). Según explica Eduardo Targarona, secretario general de la Sociedad Europea de Cirugía Endoscópica, «no sólo tiene un valor estético por no mostrar cicatrices, ya que la intervención se realiza a través del ombligo, sino que, además, el post operatorio es mucho mejor. Y tiene la ventaja de que a través del ombligo se llega a la cavidad peritoneal». En el último Congreso Nacional de Cirugía los expertos señalaron que entre el 10 y el 20 por ciento de las intervenciones quirúrgicas abdominales que se practican son de este tipo.
Al realizar una sola incisión en la región umbilical de unos 2 centímetros (frente a los tres o cuatro de la cirugía tradicional), se reducen al mínimo las cicatrices. A través de un solo puerto de trabajo y acceso, se introduce el instrumental necesario para intervenir al paciente, esto es, tanto la cámara que permite a los cirujanos visualizar en una pantalla el interior como el material quirúrgico necesario. Hoy, muchos órganos en el cuerpo humano pueden ser intervenidos por laparoscopia: vesícula, apéndice, bazo, colon, órganos ginecológicos... «También se empieza en urología (riñón, vejiga...), pero todavía es una técnica en fase de investigación. Por ejemplo, en el caso de la vesícula (intervención muy frecuente), hay centros que la ofrecen. Pero en el 95 por ciento de los hospitales es una técnica que se está iniciando», añade Targarona.
El experto hace una mención específica a la crisis económica, y no duda en afirmar que «tendrá un impacto en estas innovaciones. Porque cuestan dinero y ahora hay ciertas limitaciones, por lo que notaremos cierto parón en los próximos meses hasta que la situación económica mejore».
Por su parte, Pascual Parrilla, presidente de la Asociación Española de Cirujanos y de la Comisión Nacional de Cirugía Digestiva, matiza que «se deben realizar estudios comparativos con otras técnicas para comprobar cuál es la mejor en cada caso. Hay que distinguir entre lo que se puede y lo que se debe hacer». A través del ombligo también se han realizado cambios de sexo. Fue el año pasado en el Hospital Clinic de Barcelona. El jefe del Servicio de Ginecología del centro hospitalario, Francesc Carmona, concretó a los medios que con la técnica, conocida como Less, se extirpan genitales internos en el caso de personas biológicamente mujeres que se sienten hombres.

Orificios naturales
Novedad es también la cirugía endo-laparoscópica transluminal (Notes, por sus siglas en inglés), que consiste en intervenir a través de los orificios naturales del cuerpo, como la vagina, la boca o el ano. No obstante, pese a que surgió antes de la cirugía de puerto único, Targarona matiza que su efectividad «está demostrada, pero con la tecnología actual es difícil de practicar, por lo que de momento está en sus primeras fases de implementación».
Lo que no resulta tan difícil es reducir a la mínima expresión la huella que dejan las operaciones de mano. Incisiones milimétricas, recuperación en menos de tres días, e intervención ambulatoria son las ventajas de la «ultramínimamente invasiva», como señala el traumatólogo José Antonio Rojo, a cargo del equipo de Cirugía Experimental del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y que desarrolla desde hace unos años el programa CIMA (Cirugía Mínimamente Invasiva Ambulatoria). Si antes se precisaba una incisión de más de 5 centímetros, ahora el paciente vuelve a casa el día de la intervención. Una buena noticia para quienes sufren el síndrome del túnel carpiano, la enfermedad de Dupuytren, la rigidez articular.
Otras técnicas incorporadas en los últimos tiempos, según señalan desde la AEC, son la cirugía bariátrica (para la pérdida de peso) y colorrectal, cuya aplicación se espera que pase en los próximos años del 30 al 60 u 80 por ciento en los casos en los que está indicada la cirugía laparoscópica.
 

Operar al feto dentro del vientre de la madre es otra realidad. Los bebés con malformaciones o problemas cardiovasculares pueden ser intervenidos antes de llegar a este mundo. Pionero fue el hospital Vall D' Hebrón de Barcelona, donde en 2003 intervinieron a un feto de seis meses de gestación de una hernia diafragmática que, según los expertos, le hubiera causado la muerte en el parto. Se realizó con un endoscopio adaptado a las dimensiones del feto (fetoscopio), y sólo precisó hacer una incisión de tres milímetros en el vientre materno. El endoscopio se introdujo hasta la tráquea del feto, donde se depositó un globo hinchado que taponó este conducto, lo que estimuló el crecimiento pulmonar.

Trasplantes
El cuerpo se trabaja y se «construye». Si cincel en mano reflejaron sobre piedra el cuerpo humano, con el bisturí reconstruyen manos, rostros, brazos y piernas. Parrilla los describe como «un avance espectacular». Y el último se produjo el pasado mes de julio y corrió a cargo de Pedro Cavadas, quien realizó el primer trasplante bilateral de piernas del mundo. Lo hizo en el Hospital La Fe de Valencia. El beneficiado había sufrido una amputación de ambas extremidades por encima de la rodilla debido a un traumatismo. El equipo de Cavadas unió huesos de donante y receptor, así como arterias y venas para recrear la circulación de las extremidades trasplantadas y posteriormente tejidos de los músculos y sutura de piel.
Se suma así a la lista del primer trasplante bilateral de antebrazos y manos del mundo de 2006, el reimplante de la pierna derecha y el tobillo izquierdo a un joven de 20 años y el primer trasplante de brazos de España, hace algo más de dos años, de un hombre que sufrió una descarga eléctrica que los carbonizó.
España es, sin duda, un país puntero en lo que a trasplantes se refiere. De hecho, según los últimos datos de Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa, nuestro país mantiene su liderazgo mundial con 32 donantes por millón de personas de media.
«Además de la buena organización de nuestro sistema de donación, el trasplante es un gesto sanitario público», matiza el presidente de la AEC.

Tejido pediátrico
Tan bueno es este sistema que el pasado mes de noviembre culminaron la primera red española para el trasplante de tejidos pediátricos. Lo hicieron público el Hospital Clínic de Barcelona y el Maternoinfantil de Sant Joan de Déu, para facilitar un tejido escaso, pues sólo el 1,5 por ciento de donantes son pediátricos. Y para tratar ciertas dolencias cardíacas o quemaduras de gravedad se precisan trasplantes específicos difíciles de encontrar en los bancos de tejidos actuales.