Londres
Miliband: «Seamos sensatos lo hicimos mal»
El joven político no apoyará las «huelgas irresponsables» contra los recortes del gasto público.
LONDRES- Ed Miliband utilizó ayer su primer discurso como líder laborista para desmarcarse de la imagen de «rojo» que la Prensa conservadora le ha colgado desde que se hiciera con el puesto con el polémico apoyo de los sindicatos. El joven político aseguró que no apoyaría las «huelgas irresponsables» organizadas contra los recortes del gasto público y pidió madurez para aquellos que pierden el tiempo buscándole motes. «Vamos a empezar a tener un debate adulto acerca de quiénes somos, qué creemos y qué tipo de país queremos construir», matizó.
Sin notas y con una seguridad que pocas veces antes había mostrado, Miliband impuso su propio sello, demostró autoridad y advirtió a David Cameron que sólo disfrutaría del actual mandato. Fueron varios los mensajes que lanzó al «premier», especialmente en el terreno económico donde aseguró que los recortes planteados no pueden poner en peligro el crecimiento. Aseguró que no se opondría a todas las medidas sugeridas por el Gobierno, pero renegó de la visión «pesimista y miserable» que los «tories» están ofreciendo para el futuro.
Tampoco desveló cómo haría frente al déficit, pero, al fin y al cabo, el de ayer no era un discurso para un manifiesto político. La cita tenía otro propósito: darse a conocer. Tanto al partido como al pueblo británico, que poco saben del que en su día fue ministro de Medio Ambiente. Por este motivo, no extrañó que, por primera vez, apareciera en público con su pareja (embarazada de su segundo hijo), y que utilizara gran parte de su intervención para hablar de sus propios padres, unos inmigrantes polacos que llegaron a Londres escapando de los nazis.
Fue en ese intento de conectar con el electorado cuando sacó a relucir uno de los puntos más controvertidos del Gobierno anterior, la guerra de Irak. Miliband no era ni siquiera diputado cuando se tomó la decisión de entrar en conflicto, pero admitió que fue un paso erróneo. «Seamos sensatos, estuvo mal», recalcó.
El latigazo tan sólo fue uno de los muchos que propinó a la era «Blair-Brown». El líder laborista recalcó que en los últimos años se habían acomodado y habían dejado de escuchar las preocupaciones de los ciudadanos. «Tenemos que coger nuestro propio camino, mostrar humildad y aprender de algunas verdades dolorosas».
Ayer, las encuestas no pudieron recibir mejor su liderazgo. Tras su victoria, los 0sondeos daban al laborismo un 40 por ciento en intención de voto.
David mantiene el suspense
Mientras Ed pronunciaba su discurso, las cámaras enfocaban insistentemente a su hermano David. El que fuera favorito para suceder a Brown tendrá que decidir hoy si quiere un puesto en el gobierno en la sombra. Cada vez son más las voces que consideran que el ex ministro de Exteriores rechazará la propuesta, aunque el mayor de los Miliband ni confirma ni desmiente.
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