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El PP siente «vergüenza» por el rechazo a la austeridad
MÁLAGA- Humildad y responsabilidad son las palabras que Javier Arenas más ha pronunciado en las primeras horas de una campaña que dicen asumir «con
intensidad pero sin vértigo». Todas las encuestas lo señalan como el futuro ganador de los comicios y parece haber decidido que no se puede permitir ya ni un error, mucho menos por exceso.
«Diálogo y mano tendida» es otra expresión reiterada en unos discursos «dirigidos a la mayoría moderada que, nos hayan votado o no, cree que el cambio y la justicia social pasan por aumentar las oportunidades». De hecho Arenas ha pedido ya hasta en tres ocasiones directamente el voto a todos los andaluces, al margen de su ideología, «en este cuarto de hora histórico de Andalucía». Todos sus mensajes destacan sobre todo por la moderación, con la «obsesión por el empleo» como leit motiv permanente. Ayer, durante un acto con responsables de enseñanza secundaria en Ronda, propuso un ambicioso plan de «potenciación y dignificación» de la formación profesional al tiempo que garantizó que la educación será la «reina de las inversiones» de sus presupuestos.
Por cierto, que aprovechó para criticar la posición de su oponente, José Antonio Griñán, de rechazar el techo de déficit del 1'5% para este año 2012: «Me da vergüenza que Andalucía haya sido la única en dar la espalda a la austeridad porque cuando Zapatero impuso un límite del 1'3 por ciento la Junta dijo que sí y ahora, que puede llegar al 1'5, ha dicho que no».
Durante su visita a la localidad rondeña aprovechó para reivindicar la catalogación del municipio como Patrimonio de la Humanidad y esbozó su conocido proyecto «Andalucía Universal» para convertir la industria cultural en generadora de riqueza al estilo de las Edades del Hombre de Castilla y León. Como curiosidad, durante un paseo por el pueblo, un vendedor de la ONCE le regaló un cupón y una afiliada hizo lo propio con un muñeco de Papá Pitufo. Y es que, aunque las urnas pueden convertirlo en un gigante el próximo día 25, todavía Andalucía, en campaña electoral, es demasiado grande. «Y si en Málaga no sacamos como mínimo ocho diputados, me exilio a Australia».
Por la tarde, en el acto central de los populares en el Palacio de Deportes de Málaga, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, defendió la reforma laboral, aprobada por el Ejecutivo y convalidada el pasado jueves por el Congreso de los Diputados, porque «está hecha para crear empleo» y para que no haya «tres millones de despidos», como los que se produjeron con el anterior Gobierno socialista. Fue la única referencia a la reforma laboral que hizo el presidente del Gobierno tras el anuncio de los dos sindicatos mayoritarios –UGT y CC OO– de convocatoria de una huelga general para el próximo 29 de marzo. En relación a las cuentas andaluzas dijo a Arenas que «la herencia que va a recibir la puede suponer». «Te puedo decir algunas cosas, pero hoy no voy a hacerlo».
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